El ex líder sirio es reconocido por OCCRP por el impacto devastador de su régimen autoritario, corrupción y actividades ilícitas.
El Proyecto de Reporte sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés) nombró al ex líder sirio Bashar al-Assad como el ganador del premio “Persona del Año” en Crimen Organizado y Corrupción para 2024.
Desde 2012, esta distinción anual destaca a personas que, según OCCRP, han causado estragos globales a través de actividades corruptas y del crimen organizado. Un panel de expertos de la sociedad civil, la academia y el periodismo realiza la selección del ganador.
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El OCCRP describió el gobierno de Assad como un modelo de control centralizado y represión de la disidencia, respaldado por un poderoso aparato de seguridad. Durante su mandato, el ex líder sirio enfrentó acusaciones de violaciones graves de derechos humanos, entre ellas; tortura y asesinatos , uso de armas químicas, detenciones masivas, ataques indiscriminados contra civiles.
La organización destacó que el régimen de Assad financió sus operaciones a través de actividades ilícitas, incluyendo: Producción y tráfico de Captagon, una droga ampliamente consumida en la región, tráfico humano y de cigarrillos, robo de antigüedades, comercio de armas.
Estas actividades generaron miles de millones de dólares para sostener un régimen autoritario, mientras extendían violencia y criminalidad más allá de las fronteras de Siria.
Alia Ibrahim, cofundadora de Daraj.com y juez del panel de este año, señaló:
“Assad no solo fue un dictador como su padre antes que él; añadió dimensiones inimaginables de crimen y corrupción, arruinando las vidas de innumerables personas dentro y fuera de Siria”. Según Ibrahim, las secuelas políticas, económicas y sociales de su régimen tomarán décadas en superarse.
El premio “Persona del Año” busca promover la rendición de cuentas, al exponer a quienes han fomentado corrupción y malicia política a nivel global.
Bashar al-Assad se une a una lista de controvertidos ganadores, que incluye al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; el ex presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte; y el ex mandatario brasileño, Jair Bolsonaro.
Con este reconocimiento, OCCRP continúa enfocándose en denunciar figuras responsables de graves impactos sociales y políticos.
