La presidenta plantea eliminar listas plurinominales, combatir el nepotismo y rechazar la reelección en busca de un sistema electoral más justo y transparente.
En una conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la necesidad de una reforma electoral que promueva una mayor conexión entre los representantes y los ciudadanos, eliminando las listas plurinominales y garantizando que todos los candidatos a cargos de elección popular realicen campañas para ganarse la confianza del electorado. Aunque estas propuestas han generado debate, Sheinbaum aclaró que cualquier reforma electoral deberá posponerse hasta después de las elecciones judiciales de 2025.
Sheinbaum expuso dos reformas que podrían entrar en vigor antes de la próxima elección federal:
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- Eliminación del nepotismo: Se busca impedir que los cargos públicos, como alcaldías y gubernaturas, sean ocupados consecutivamente por miembros de una misma familia, evitando que sean “heredados” entre parejas, padres e hijos.
- Rechazo a la reelección: La presidenta reafirmó su oposición a la reelección de legisladores y alcaldes, argumentando que la rotación en los cargos fortalece la democracia.
Uno de los puntos centrales de su discurso fue la necesidad de revisar el sistema de elección de legisladores plurinominales. Actualmente, los partidos políticos eligen a estos representantes mediante listas internas, lo que, según Sheinbaum, limita la representatividad real del electorado.
La presidenta propuso un modelo donde los escaños plurinominales sean asignados a los candidatos que obtengan el segundo lugar en elecciones legislativas o a los más votados en sus distritos, promoviendo así una mayor legitimidad y conexión con los ciudadanos.
“En algunos estados, como la Ciudad de México, los segundos lugares en las votaciones tienen derecho a ocupar escaños. Esto obliga a los candidatos a realizar campañas y a vincularse con el pueblo, garantizando que sean verdaderos representantes de los ciudadanos”, señaló Sheinbaum.
Sheinbaum también enfatizó la necesidad de discutir otros aspectos de la reforma electoral, tales como:
Reducción del financiamiento público a partidos políticos: Argumentó que los recursos asignados deben ser racionalizados para enfocarse en el beneficio ciudadano.
Mayor transparencia en los procesos electorales: La presidenta subrayó la importancia de garantizar elecciones libres y justas, donde la representación de las minorías esté asegurada, pero con métodos más democráticos.
Rediseño del sistema de elección de candidatos: Se propuso abrir el sistema actual a un escrutinio más riguroso para garantizar que los representantes sean elegidos con base en el apoyo popular y no únicamente por decisiones partidistas.
La presidenta aseguró que cualquier cambio al sistema electoral deberá esperar a que se apruebe la reforma al Poder Judicial. Consideró que esta reforma es prioritaria para garantizar que las leyes y procesos electorales se implementen con justicia y transparencia.
“Debemos avanzar primero en la transformación del Poder Judicial, asegurando que sea un sistema que realmente sirva al pueblo, y luego enfocar nuestros esfuerzos en una reforma electoral integral”, explicó Sheinbaum.
Las propuestas de Sheinbaum apuntan a fortalecer la democracia en México al promover un sistema electoral más representativo y equitativo. Aunque estas reformas aún deben ser debatidas, la presidenta subrayó su compromiso con construir un país donde los ciudadanos tengan una mayor participación en la toma de decisiones políticas.
“Es crucial que abramos este debate para diseñar un sistema electoral que responda a las necesidades del pueblo y no solo a los intereses de los partidos”, concluyó Sheinbaum.
Con estas declaraciones, se abre un panorama de discusión sobre el futuro de la democracia en México, con temas como la representatividad, la transparencia y la eliminación de prácticas como el nepotismo y la reelección en el centro del debate nacional.