Gobierno alemán acusa a Elon Musk de intentar influir en elecciones

El Gobierno alemán respondió a Elon Musk tras su respaldo público a la ultraderechista AfD, acusándolo de intentar influir en las elecciones federales de febrero. Musk defendió su derecho a opinar debido a sus inversiones en Alemania.

El Gobierno de Alemania acusó el lunes al multimillonario estadounidense Elon Musk de intentar influir en las elecciones federales programadas para el próximo mes de febrero, tras un artículo de apoyo a la Alternativa para Alemania (AfD), un partido considerado de extrema derecha. Musk, quien se ha ganado una importante influencia mundial como CEO de Tesla y SpaceX, fue señalado por su intervención en el debate político alemán, lo que generó reacciones tanto dentro del país como en el ámbito internacional.

En un artículo de opinión para el periódico alemán Welt am Sonntag, Musk describió a la AfD como la “última esperanza” para Alemania, lo que provocó una serie de críticas por parte de los medios y políticos alemanes. En el artículo, Musk expresó su apoyo al partido, elogiando sus políticas sobre desregulación del mercado, impuestos y regulación. Además, cuestionó las políticas del canciller alemán Olaf Scholz, y sugirió que Scholz debería dimitir tras el trágico incidente ocurrido el 20 de diciembre, cuando un vehículo atropelló a varias personas en un mercado navideño, causando la muerte de cinco personas.

¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA

El Gobierno alemán reaccionó rápidamente, acusando a Musk de intentar influenciar las elecciones del próximo 23 de febrero, donde los alemanes elegirán a sus representantes parlamentarios. Un portavoz del Gobierno alemán señaló que, si bien Musk tiene derecho a expresar su opinión, sus declaraciones sobre la AfD son “tonterías” que no deben ser tomadas en serio.

“Musk es libre de expresar su opinión, pero la libertad de opinión también cubre las mayores tonterías”, dijo el portavoz, subrayando que el apoyo de Musk a la AfD no tiene fundamento y no representa una postura política válida en Alemania.

El multimillonario estadounidense, conocido por sus comentarios controvertidos en redes sociales, defendió su derecho a opinar sobre la política alemana, argumentando que sus “importantes inversiones” en el país le otorgan un interés legítimo en la dirección política del mismo. Musk ha sido un crítico frecuente de las políticas reguladoras de los gobiernos europeos, incluidas las relativas a la industria automotriz y energética.

La AfD ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en un contexto de creciente descontento con los partidos tradicionales en Alemania. El partido ocupa actualmente el segundo lugar en las encuestas, solo por detrás de la oposición conservadora, lo que podría poner en peligro una posible mayoría de centro-derecha o centro-izquierda en las elecciones. Sin embargo, los principales partidos alemanes, incluidos los de Scholz y la oposición conservadora, han rechazado cualquier colaboración con la AfD, a la que consideran extremista.

El apoyo de Musk a la AfD ha sido calificado como peligroso por varios políticos alemanes. Lars Klingbeil, líder del SPD (partido socialdemócrata), comparó las acciones de Musk con las del presidente ruso Vladimir Putin, sugiriendo que ambos buscan debilitar a Alemania y dividir a la sociedad alemana. “Ambos quieren influir en nuestras elecciones y apoyar específicamente a los enemigos de la democracia de la AfD”, afirmó Klingbeil en declaraciones al grupo de noticias Funke.

Por otro lado, Friedrich Merz, líder del partido Unión Demócrata Cristiana (CDU), también expresó su desacuerdo con Musk, calificando sus comentarios como “intrusivos y pretenciosos”. Merz, quien es considerado uno de los posibles sucesores de Scholz como canciller, añadió que las opiniones de Musk no son apropiadas y no deberían tener peso en la política interna alemana.

El gobierno alemán subrayó que, a pesar de la influencia mediática de Musk, su apoyo a un partido bajo vigilancia por la inteligencia alemana por sus vínculos con la extrema derecha no debe influir en la toma de decisiones políticas ni en el voto de los ciudadanos. La AfD ha sido objeto de monitorización por parte de los servicios de inteligencia alemanes debido a su retórica y políticas extremistas, lo que le ha valido ser considerada una amenaza para la democracia en el país.

El caso ha generado un intenso debate sobre el papel de los inversionistas internacionales en la política interna de los países y si figuras como Musk deben intervenir en asuntos políticos de naciones en las que tienen intereses económicos. Mientras tanto, los partidos políticos alemanes continúan con su campaña para las elecciones, con un enfoque en consolidar una mayoría parlamentaria que pueda estabilizar la situación política del país tras el colapso del gobierno de coalición liderado por Scholz.

La polémica alrededor del apoyo de Musk a la AfD probablemente continuará siendo un tema central en la campaña electoral alemana, mientras se espera que las autoridades continúen monitoreando la influencia extranjera en las elecciones y en el clima político general del país.