Los Códigos del Lenguaje ante el poderoso Donald Trump

Primera de dos partes

Todo pareciera como si estuviéramos preparándonos para librar una guerra ante Estados Unidos de América a partir de que el señor Donald Trump (DT) asuma el mando formal de la primera potencia mundial el 20 de enero próximo. El estilo golpeador; amenazante; irrespetuoso muchas veces; siempre avasallante; y permanentemente impositivo de DT, generan un clima de tensión en la relación bilateral entre México y EUA como pocas veces se había visto en la historia y que no hay que minimizar. El poder que representa y que ejercerá a plenitud el próximo Presidente del país con el que compartimos vecindad es enorme y es mayor al que ejerció en el periodo 2016-2020 dado que hoy cuenta con el control del Congreso en ambas Cámaras Legislativas que a la postre resulta muy relevante porque no tendrá contrapeso alguno y los cambios legislativos que DT y su equipo estimen necesarios para regular cualquier tema, para orientar y/o implementar políticas públicas o acciones de amplia repercusión nacional con toda seguridad serán llevados a cabo. Por eso, ante la estridencia existente en el ambiente político y mediático (el ruido muchas veces nos desvía de la atención a lo principal o nos distrae y perdemos tiempo para enfocarnos en lo sustantivo) estimamos que lo importante es ATENDER LA REALIDAD, SER OBJETIVOS Y MUY PRAGMÁTICOS y por ello los códigos del lenguaje resultan imprescindibles ante los retos que inmediatos que tenemos frente al poderoso Donald Trump.

¿Socios-Amigos o Socios-Enemigos?.– Lo primero que habría que definir es si en la actual y futura relación bilateral entre nuestros países estamos hablando el mismo lenguaje porque sin duda las condiciones impuestas tanto por la geografía -que nos une desde siempre y que nos vinculará para siempre- como todo un trayecto histórico de comercio para atender las necesidades de nuestra gente, que viene incluso desde antes de la formación estructurada de nuestros Estados Nacionales como actualmente los conocemos, nos determinan y proyectan hacia el futuro. Por lo cual se antoja necesario e indispensable que sepamos si estamos hablando el mismo lenguaje que el Señor DT para poder establecer los códigos de entendimiento que a su vez nos permitan saber de qué estamos hablando en los temas de la agenda bilateral porque de que tendremos que llegar a algo en el diálogo con EUA en concreto eso no hay duda. Es decir que, independientemente de la lógica política nacional justificada e imperante en nuestros países, no podemos, no debemos, seguir con un diálogo tergiversado en donde DT dice que dijo algo y nosotros decimos que dijimos lo contrario. Entonces, se antoja conveniente definir si somos Socios-Amigos o Socios-Enemigos, porque dado que el tono del Señor DT no es nada amable -no solo con nosotros sino en general- se hace imprescindible ser mucho más puntuales y precisos en los términos del lenguaje para estar completamente claros del escenario real que enfrentamos como para transitar en una relación comercial marcada por hechos inéditos.

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¿Integración o Desintegración de América del Norte?.- En ese mismo sentido, es oportuno saber si DT realmente está hablando de lo mismo que nosotros en cuanto al concepto de integración de Norteamérica como un bloque político y comercial para enfrentar la competencia de Asia y del Mundo. Todo parece indicar que él, DT, tiene su propio concepto al respecto y que no concibe la relación por lo menos en los mismos términos que nosotros y así lo demuestran las quejas públicas de que tanto México como Canadá hemos abusado de su país y dañado las posibilidades de los estadounidenses. Se trata de un hecho que no debemos menospreciar porque aunque tengamos argumentos de los beneficios mutuos o incluso trilaterales, lo cierto es que con ese discurso político nacionalista DT arrasó en las elecciones y su mandato tiene ese sustento y la obligación de cumplirle a su electorado. ¿Quiere DT la integración?, ¿Si la quiere, en qué condiciones la quiere?, ¿Cómo ve DT la participación de México en el contexto geopolítico de los bloques comerciales?, ¿Considera que le sirve?, ¿En qué términos le es útil?

Donald Trump ha perfilado ya un equipo de “duros en diversas carteras de su gobierno cuyos antecedentes dicen mucho de lo que piensan y cómo lo piensan con relación a México y a los mexicanos y que, en sus propias palabras, podemos advertir lo que les significa nuestro país y nuestra nación. Ante esa realidad innegable, nosotros los mexicanos tenemos la necesidad de mantenernos unidos y de respaldar al gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a su equipo de trabajo en las negociaciones todas con un poderosísimo Donald Trump. En tanto nos sentamos a la mesa de diálogo -¿discusión?-, empecemos por hablar el mismo lenguaje para que entendamos lo mismo y no se continue tergiversando el contenido e interpretación de los mensajes que deterioran el ambiente para llegar a acuerdos.