Francisco aconseja a las familias aprovechar las comidas para dialogar y escucharse, destacando que esto fortalece los lazos generacionales.
Este domingo, el papa Francisco instó a las familias a fomentar el diálogo y la escucha durante las comidas, dejando de lado los teléfonos móviles y otras distracciones. Durante el rezo del Ángelus, desde el Palacio Pontificio, el pontífice destacó la importancia de crear un ambiente de comunicación en el núcleo familiar para fortalecer los lazos intergeneracionales.
“En la familia es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por sí mismo. Los hijos necesitan esto”, afirmó Francisco ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
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El Papa subrayó que las comidas son una oportunidad ideal para promover el diálogo en familia. “Es bueno estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos. Nunca permanecer encerrado en uno mismo o, peor aún, con la cabeza en el teléfono móvil. Hablar, escucharse, ¡este es el diálogo que hace bien y que hace crecer!”, señaló.
Francisco explicó que la escucha mutua es un acto de reconocimiento y aceptación del otro, un principio que debe ser fundamental en la convivencia familiar. También reflexionó sobre los momentos en que surgen malentendidos dentro de las familias y cómo el diálogo puede ser una herramienta clave para resolverlos.
El pontífice mencionó que incluso en la familia de Jesús, sus padres no siempre lo comprendieron, destacando que las diferencias y malentendidos son normales. Sin embargo, instó a las familias a cuestionarse: “¿Nos hemos escuchado? ¿Afrontamos los problemas escuchándonos unos a otros o nos encerramos en el mutismo, el resentimiento, el orgullo? ¿Nos tomamos un poco de tiempo para dialogar?”.
Este mensaje de Francisco cobra relevancia en un mundo donde las tecnologías móviles y las redes sociales a menudo dificultan las interacciones humanas. Según el Papa, pequeños actos como compartir una comida sin distracciones pueden fortalecer los lazos familiares y promover un ambiente de comprensión y crecimiento mutuo.
“Reflexionemos sobre la importancia de la escucha y el diálogo en nuestros hogares. A través de estas prácticas, podemos superar las barreras que nos separan y construir relaciones más sólidas y llenas de amor”, concluyó el Papa, dejando un mensaje de esperanza y unidad para los fieles de todo el mundo.
