El Ministerio de Exteriores ruso desmiente negociaciones sobre el accidente del avión de Azerbaiyán Airlines, ocurrido el 25 de diciembre.
El Ministerio de Exteriores de Rusia desmintió este viernes los informes que sugerían negociaciones con Azerbaiyán y Kazajistán para consensuar una versión común sobre el accidente del avión de Azerbaiyán Airlines (AZAL) ocurrido el 25 de diciembre, en el que 38 personas murieron. Según las autoridades rusas, se ha difundido información falsa acerca de una posible colaboración entre los departamentos de política exterior de estos países sobre el siniestro.
La diplomacia rusa insistió en que no hubo negociaciones sobre este tema y calificó la información como desinformación maliciosa impulsada por un encargo político. Esta desmentida llega en un contexto en el que diversas versiones sobre las causas del accidente han circulado, incluidas declaraciones iniciales de AZAL sobre “interferencias físicas y técnicas externas” que afectaron al vuelo.
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El avión Embraer 190 de Azerbaiyán Airlines, que volaba de Bakú a Grozny, se estrelló cerca de Aktau, Kazajistán, después de no poder aterrizar en la ciudad rusa de Grozni. Inicialmente se barajaron varias teorías sobre el siniestro, incluyendo la posibilidad de que el avión chocara con una bandada de aves o que una explosión de oxígeno fuera la causa del accidente. Sin embargo, videos difundidos en redes sociales mostraron lo que parecían ser marcas de metralla en el fuselaje, sugiriendo que podría haber estado involucrado un ataque con misil antiaéreo.
La autoridad aeronáutica rusa reconoció que drones ucranianos habían atacado dos ciudades del Cáucaso Norte, incluidas Grozni, lo que llevó a la implementación de un plan de contingencia en la región, coincidiendo con el vuelo del avión de AZAL. A pesar de estas circunstancias, las autoridades kazajas aún no han emitido una versión definitiva sobre el accidente, limitándose a confirmar una explosión del balón de oxígeno como parte de las investigaciones en curso.
Mientras tanto, los representantes de Embraer, el fabricante brasileño del avión siniestrado, ya han llegado a Aktau para colaborar con las investigaciones. En Azerbaiyán, fuentes gubernamentales responsabilizaron a Moscú del accidente y expresaron su espera por un reconocimiento de las autoridades rusas.
El trágico accidente dejó 29 sobrevivientes que fueron hospitalizados, mientras las investigaciones continúan para esclarecer las causas exactas del siniestro.