Su partida deja un vacío en el mundo artístico, pero su voz seguirá resonando en cada canción que interpretó con pasión y entrega
La tarde del 27 de diciembre, familiares, amigos cercanos y admiradores se reunieron en la Basílica de Guadalupe para despedir a la cantante Dulce, quien falleció el 25 de diciembre tras complicaciones derivadas de una neumonía. La misa en su honor, presidida por Monseñor Efraín Hernández, rector de la Basílica, fue un emotivo acto en el que se rindió tributo a la vida y legado de la cantante, cuyo carisma y talento cautivaron a generaciones.
Un adiós lleno de amor y gratitud
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La ceremonia comenzó con la entrada de las cenizas de Dulce, colocadas en una urna en forma de corazón, lo que provocó un aplauso espontáneo entre los asistentes. En ese momento, algunos gritaron consignas como “¡Qué viva Dulce!” y “¡Vuela alto!”, mientras otros agradecían por el arte y legado de la artista. La misa estuvo marcada por un profundo sentido de esperanza y consuelo, a cargo de Monseñor Hernández, quien resaltó el impacto de la cantante y ofreció palabras de aliento a su hija, Romina Mircoli, quien estuvo acompañada por su esposo, Moisés.
“Hermanos, nos ha convocado esta Basílica para pedir por nuestros hermanos difuntos, por Bertha Elisa Noeggerath, conocida como Dulce, muy querida por todos”, comenzó Monseñor Hernández. A lo largo de la misa, hizo hincapié en que Dulce ya ha cumplido su misión terrenal y que ahora se encuentra en la casa celestial, bajo la protección de la Virgen de Guadalupe.
Un legado inolvidable
Durante la misa, la familia de la cantante ocupó los primeros asientos, rodeada por amigos cercanos del mundo artístico como Iván Cochegrus, Rocío Banquells, Sugey Ábrego, Denisse de Kalafe, Arianna y Marcela Flores, entre otros. En la reflexión posterior al evangelio, Monseñor destacó que Dulce será recordada no solo como cantante, sino también como una intercesora ante Dios, y subrayó que su partida deja un profundo vacío, pero también un legado imborrable.
“Dulce ya terminó su etapa terrenal, pero su música y su amor vivirán siempre entre nosotros. Ella se ha ido, pero su memoria será eterna”, dijo Monseñor, quien concluyó con un mensaje de esperanza: “La esperanza no defrauda, es la esperanza a Dios, que nos hace más fuertes”.
El adiós de familiares y amigos cercanos
Al finalizar la misa, el ambiente se llenó de despedidas llenas de cariño. “Hasta siempre Dulce, Dios te recibe con amor”, exclamó una de sus fans, a lo que se unieron los aplausos de los presentes. Romina, su hija, se mostró profundamente afectada, al igual que muchos de los artistas que compartieron escenarios con la cantante a lo largo de los años.
Arianna, quien tuvo la oportunidad de convivir con Dulce en diversas ocasiones, fue de las primeras en salir. “México pierde a una gran cantante, una mujer que dio todo hasta el último momento. Su voz, su potencia y su amor por la música no se van a volver a repetir”, comentó entre lágrimas.
Rocío Banquells, visiblemente conmovida, expresó: “Dulce fue una guerrera, llena de bondad y simpatía. Cantar con ella fue un honor. Su amistad fue un regalo, y su apoyo, siempre incondicional”. Banquells también recordó con cariño que la última vez que vio a Dulce fue en mayo, cuando la cantante estaba en un “segundo aire” y se veía “muy bien”.
Romina, entre el dolor y el amor eterno
En medio del dolor por la pérdida de su madre, Romina Mircoli compartió un conmovedor mensaje a través de su cuenta de Instagram. En la madrugada del 27 de diciembre, escribió: “No estaba lista, mami. Tú tampoco. Para esto nunca nadie está preparado”. En el mensaje, Romina expresa la paz que sintió al haber estado al lado de su madre en sus últimos momentos y la fortaleza que buscará mantener por su hijo, quien ahora llevará la esencia de Dulce.
“Vivirás en mí, como vivirás a través de mi hijito que tiene tus mismos ojitos. Tengo la paz de haber estado hasta el final a tu lado. Pasaré todas las pruebas difíciles sin importar en qué forma vengan, de la misma manera que en vida afrontaste todo por mí”, escribió Romina, visiblemente afectada por el dolor de la partida de su madre, pero también decidida a seguir adelante por su hijo y en honor al legado de Dulce.
Romina también destacó la dedicación de Dulce a su familia, especialmente a su hija y su nieto, y le pidió a los medios de comunicación respeto en este difícil momento: “Les pido apoyo, trato con dignidad y respeto, es importante que ayuden a una hija a pasar por esta situación tan difícil. No vale la pena difundir comentarios absurdos”.
El final de una era para ‘GranDiosas’
Rocío Banquells también reflexionó sobre el impacto de Dulce en la creación del exitoso show GranDiosas, y afirmó que sin la presencia de Dulce, el proyecto no existiría tal como lo conocieron los miles de espectadores que disfrutaron de la música y el talento de estas grandes artistas. “Sin Dulce, GranDiosas no existe, muere”, subrayó Banquells, visibilizando la importancia de la cantante en la historia reciente de la música mexicana.