Sheinbaum defiende la soberanía, mientras la oposición exige cooperación internacional.
El anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras ha generado un fuerte debate político en México. Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum rechaza cualquier injerencia extranjera, la oposición, liderada por el Partido Acción Nacional (PAN), pide medidas conjuntas para combatir la violencia.
“México nunca se va a subordinar, no aceptamos injerencismos”, declaró Sheinbaum, reafirmando la postura soberana de su gobierno. Sin embargo, la oposición considera que esta posición evidencia las fallas de su política de seguridad, calificándola como insuficiente frente a los desafíos del crimen organizado.
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El senador Marko Cortés calificó la propuesta de Trump como una oportunidad para exponer las debilidades en la estrategia de seguridad de Sheinbaum y abogó por una colaboración internacional más efectiva. Por su parte, la senadora Lilly Téllez criticó duramente a la presidenta, acusándola de proteger a los cárteles y priorizar sus intereses políticos por encima de la seguridad nacional.
“Trump no amenazó a México, amenazó a los criminales. Los socios de Morena son los dueños de la soberanía de México”, expresó Téllez en redes sociales.
Una encuesta del diario Reforma reveló que el 46 % de los mexicanos estaría a favor de que Estados Unidos colabore en el combate al crimen organizado, mientras que el 50 % rechaza esta idea. Entre quienes respaldan la cooperación, el 64 % preferiría operativos conjuntos, y el 24 % acciones encubiertas por parte de Estados Unidos.
Sheinbaum asumió la presidencia el 1 de octubre, enfrentando un legado de violencia extrema tras los seis años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en los cuales se registraron más de 196 mil homicidios, según cifras oficiales.
Expertos como Clemente Romero Olmedo advierten que la posición de México es vulnerable y que, aunque algunos opositores respaldan la postura de Trump, esta responde más a intereses estadounidenses que a las necesidades mexicanas.
“Es momento de un enfoque pragmático que contemple acuerdos conjuntos en temas de seguridad y migración”, opinó Romero Olmedo. Sheinbaum ha prometido buscar acuerdos estratégicos con Estados Unidos para enfrentar estos desafíos.
El futuro de las relaciones México-Estados Unidos en materia de seguridad dependerá del equilibrio entre proteger la soberanía nacional y atender la necesidad de combatir el crimen organizado con estrategias más efectivas y coordinadas.
