Un panel del T-MEC falló a favor de Estados Unidos en el conflicto sobre la prohibición mexicana del maíz transgénico, lo que genera tensión entre ambos países.
México ha perdido una disputa con Estados Unidos sobre el comercio de maíz transgénico, según un fallo emitido por un panel del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), informó la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR). La controversia surgió a raíz de la decisión del gobierno mexicano de prohibir el uso de maíz genéticamente modificado en la producción de harina y masa para tortillas, un alimento fundamental en la dieta de los mexicanos.
En 2023, Estados Unidos llevó el caso al T-MEC, argumentando que la prohibición no tenía base científica y contravenía los compromisos comerciales establecidos en el acuerdo regional. El panel dictaminó que México no tenía justificación válida para aplicar dichas restricciones, lo que resultó en un fallo a favor de Washington. Este fallo es definitivo, ya que no es susceptible de apelación según las reglas del T-MEC.
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El gobierno mexicano ha expresado su desacuerdo con la decisión, afirmando que las medidas tomadas están en línea con los principios de protección de la salud pública, así como con los derechos de los pueblos indígenas, los cuales están reconocidos tanto en la legislación nacional como en los tratados internacionales en los que México es parte. Sin embargo, el gobierno de México ha señalado que, a pesar de no compartir la resolución del panel, respetará la decisión del mecanismo de solución de controversias del T-MEC, un componente esencial del tratado.
El gobierno mexicano reiteró su compromiso de proteger valores fundamentales como la salud, la moral pública, la conservación de los recursos naturales, la cultura y los derechos de los pueblos indígenas, los cuales fueron reconocidos por el panel como preocupaciones legítimas.
México, a través de sus dependencias como la Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, continuará trabajando para defender los derechos de la población mexicana dentro de las obligaciones internacionales que ha asumido.
El origen de la controversia radica en las políticas del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien impulsó restricciones a las importaciones de maíz genéticamente modificado debido a preocupaciones sobre los posibles riesgos para la salud y el impacto sobre las variedades autóctonas del maíz en México.
México es autosuficiente en maíz blanco, que se utiliza para hacer tortillas, pero depende de las importaciones de maíz amarillo transgénico proveniente de Estados Unidos, utilizado principalmente para la alimentación del ganado. La medida de México de limitar las importaciones de maíz transgénico, sin embargo, provocó la disputa comercial con Estados Unidos en el marco del T-MEC, que sostiene que la restricción viola las reglas del acuerdo.
Este conflicto subraya las tensiones entre los intereses comerciales de ambos países y las preocupaciones nacionales sobre la seguridad alimentaria y la protección de recursos autóctonos.
