La empresa japonesa Space One no logró completar con éxito el lanzamiento de su cohete Kairos II, que tenía como objetivo poner cinco satélites en órbita. Este es el segundo intento fallido de la firma en su misión espacial.
La empresa emergente japonesa Space One sufrió otro revés este miércoles en su ambicioso proyecto espacial. El cohete Kairos II, que despegó a las 11:00 horas (hora local) desde la prefectura de Wakayama, no logró cumplir su misión de colocar hasta cinco satélites en órbita. A pesar de que el lanzamiento comenzó según lo planeado y se completó la separación de las primeras dos etapas del cohete, Space One informó que el vehículo espacial concluyó su vuelo debido a dificultades para cumplir con los objetivos de la misión.
En un comunicado, la firma explicó que tras analizar la situación, se determinó que completar la misión sería complicado y, por lo tanto, el vuelo no continuó según lo previsto. La compañía añadió que se encuentra investigando las causas del fallido lanzamiento, lo que podría retrasar aún más sus aspiraciones de convertirse en un actor relevante en la industria espacial.
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Este fracaso es especialmente significativo ya que es el segundo intento de la empresa de lanzar el mismo modelo de cohete, el Kairos II. En marzo de este año, Space One ya había fallado en un intento previo cuando el mecanismo de autodestrucción del cohete se activó poco después del despegue.
Además, el lanzamiento de hoy fue pospuesto en dos ocasiones debido a condiciones meteorológicas adversas, lo que añadió más presión sobre la empresa y sus aspiraciones de éxito. Space One había planificado este vuelo con la esperanza de convertirse en la primera empresa japonesa en poner un satélite en órbita, un logro que no solo habría sido un hito nacional, sino también un paso importante para la industria espacial privada japonesa.
El cohete Kairos II, de 18 metros de largo y alimentado por combustible sólido, transportaba un microsatélite principal de aproximadamente 50 kilogramos, que además de tener aplicaciones tecnológicas, llevaba una figura de un Buda, que iba a ser la primera de este tipo en ser puesta en órbita, junto a una figura de Santa Claus. Además, el cohete transportaba cuatro pequeños “satélites cúbicos” diseñados por estudiantes japoneses en colaboración con la firma Terra Space.
La misión tenía como objetivo colocar estos satélites en la órbita baja terrestre, a unos 500 kilómetros de altura, lo que habría representado un gran avance para Space One y un paso hacia la competencia con empresas de mayor renombre, como la estadounidense SpaceX, que ha dominado el mercado de lanzamientos comerciales en los últimos años.
Fundada en 2018, Space One es una empresa privada que tiene como meta comercializar servicios de lanzamiento de satélites de bajo costo y con frecuencia regular, con el objetivo de convertirse en un jugador clave dentro de la industria espacial global. Aunque este fracaso es un duro golpe para la compañía, la firma mantiene su compromiso de continuar con sus intentos y mejorar la tecnología detrás de sus cohetes.
El país asiático, tradicionalmente centrado en la investigación espacial pública a través de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), ha visto un creciente interés en el sector privado, y empresas como Space One están al frente de este cambio hacia una industria espacial más abierta y accesible.
Aunque el objetivo de competir con gigantes como SpaceX aún está lejos, el fracaso de hoy no parece disuadir a Space One, que continúa comprometida con sus planes de desarrollo y lanzamiento de futuros proyectos espaciales.