El presidente Gustavo Petro ordenó la venta de residencias ostentosas de embajadores, incluidas las de México, para ampliar y mejorar los servicios consulares a los ciudadanos colombianos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que la residencia oficial del embajador colombiano en México será puesta a la venta como parte de una estrategia para mejorar los servicios consulares a la ciudadanía. A través de su cuenta en la plataforma X (antes Twitter), el mandatario cuestionó el uso de inmuebles lujosos mientras los espacios destinados a atender a los colombianos en el extranjero son insuficientes.
Petro calificó la residencia en México como “aristocrática” y destacó que el enfoque histórico de la cancillería había sido “sin sentido de servicio a la ciudadanía”. “Esta es la residencia de quien ostente el cargo de embajador en México, mientras la embajada y el consulado para atender a los colombianos no tienen espacio”, afirmó.
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El mandatario subrayó que ordenará la venta de estas propiedades para financiar la ampliación y mejora de los espacios consulares. Además de México, mencionó residencias en Suiza y Bruselas, calificándolas como “palaciegas” y carentes de funcionalidad frente a las necesidades reales de los colombianos.
Esta decisión es parte de la política de austeridad y transformación institucional que Gustavo Petro ha venido promoviendo desde su llegada al poder. El presidente destacó que su objetivo es priorizar el servicio a los ciudadanos por encima de la ostentación, un enfoque que busca romper con las tradiciones elitistas que han marcado a la cancillería durante décadas.
“Las casas/palacios de residencias en Suiza, México, Bruselas, deben ser vendidas para ampliar los espacios de las embajadas y consulados”, reiteró en sus publicaciones.
El presidente enfatizó que los ingresos obtenidos de la venta de estas propiedades se destinarán a mejorar la infraestructura consular y diplomática. Según Petro, esto permitirá brindar una atención más adecuada a los colombianos en el exterior, quienes a menudo enfrentan largas esperas y condiciones inadecuadas en las oficinas consulares.
La residencia en México es solo uno de los ejemplos que, según Petro, reflejan la desconexión entre las necesidades ciudadanas y las prioridades históricas de la diplomacia colombiana.
El anuncio ha generado reacciones mixtas. Algunos sectores aplauden la medida como un paso hacia una diplomacia más cercana a las necesidades del pueblo, mientras que otros consideran que la venta de propiedades emblemáticas podría afectar la imagen del país en el ámbito internacional.
Con esta decisión, Gustavo Petro reafirma su compromiso con una administración que priorice el bienestar de los ciudadanos en el exterior, desmantelando estructuras que considera innecesariamente ostentosas y alejadas de la realidad.