Agentes municipales golpearon, humillaron y obligaron a detenidos a besarse y pelearse entre ellos, provocando indignación y una investigación interna por parte de la Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato.
Un grupo de policías municipales de Celaya, Guanajuato, enfrenta serias acusaciones de abuso de autoridad tras la difusión de videos donde se les observa golpeando, humillando y amenazando de muerte a dos personas detenidas. Las imágenes, que han generado indignación en redes sociales y en la opinión pública, muestran el trato degradante al que fueron sometidas las víctimas.
En los videos, los policías abofetean a los detenidos mientras se burlan de ellos. Uno de los agentes se escucha diciendo: “No te quites porque te voy a dar otra, ¿eh?” y, tras golpear a uno de los detenidos, añade sarcásticamente: “Hasta la mano me dolió”, provocando risas entre sus compañeros.
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Además de los golpes, los detenidos fueron forzados a pelear entre ellos con la promesa de que quien ganara sería liberado. En medio de las agresiones, uno de los jóvenes rogó: “¡Ya, por favor, ya!”. Sin embargo, los policías continuaron instigándolos: “¡Dale, dale!, porque te vas a quedar aquí por pendejo”, se escucha decir a una mujer policía.
El abuso escaló cuando los agentes obligaron a los detenidos a besarse y tocarse los glúteos, amenazándolos con matarlos si no obedecían. “¡Dense un beso bien!”, “¡De lengua, bien!”, “¡Órale, hijos de su p** madre o los mato!”*, se escucha en los videos mientras los agentes los golpean con una tabla.
La Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato confirmó que ya se inició una investigación interna para esclarecer los hechos. En un comunicado, la dependencia calificó las acciones como contrarias a los principios rectores del gobierno estatal y prometió una indagatoria exhaustiva.
A pesar de que el video parece ser anterior al ingreso de uno de los presuntos involucrados a nuestra corporación, la Secretaría toma con absoluta seriedad este caso, señaló el organismo en su comunicado oficial.
El caso ha generado indignación en la ciudadanía, que exige justicia y la sanción ejemplar de los responsables. Las organizaciones de derechos humanos también han condenado los hechos, señalando que se trata de una grave violación a la dignidad y los derechos de las personas detenidas.
El abuso policial en Celaya se suma a una serie de casos recientes en el país que cuestionan la formación y el comportamiento ético de las fuerzas de seguridad, subrayando la necesidad urgente de medidas estructurales para prevenir este tipo de conductas.
