La presidenta de México celebra el primer aniversario del proyecto emblema del oficialismo, destacando su potencial turístico y de carga, mientras enfrenta críticas por sobrecostos e impacto ambiental.
En el marco del primer aniversario del inicio de operaciones del Tren Maya, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó su compromiso de convertir esta megaobra en “el gran destino turístico del mundo”. Durante un evento conmemorativo, la mandataria resaltó la magnitud del proyecto, que abarca más de 1,500 kilómetros en el sureste mexicano, y defendió su impacto positivo en las comunidades locales y el medioambiente.
Sheinbaum destacó que el Tren Maya no solo fomentará el turismo nacional e internacional, sino que también se convertirá en un eje estratégico para el transporte de mercancías en la región. “Vamos a consolidar el Tren Maya como el gran destino turístico del mundo, y además lo vamos a hacer también un tren de carga para fortalecer el traslado de mercancías a lo largo del sureste mexicano”, señaló.
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Aseguró que el proyecto fue diseñado “con y para las comunidades del sureste de México”, rechazando las críticas que señalan su impacto ambiental y las denuncias de irregularidades en su construcción.
En respuesta a los señalamientos de daño ecológico, Sheinbaum afirmó que el Tren Maya protege al medioambiente y fomenta el turismo sustentable. “A lo largo y ancho de la península, como parte del proyecto del Tren Maya, se crearon nueve áreas naturales protegidas y siete áreas de protección con más de 1 millón 397,000 hectáreas”, destacó.
La mandataria también elogió la participación de las Fuerzas Armadas en la construcción del proyecto, señalando que su labor “revela el orgullo de los mexicanos hacia los militares”.
Sheinbaum calificó al Tren Maya como un símbolo de la Cuarta Transformación y un legado del expresidente Andrés Manuel López Obrador, a quien atribuyó la visión y determinación para realizar la obra. Sin embargo, el proyecto ha enfrentado diversas controversias, incluyendo un incremento en su costo original, que pasó de 140 mil millones de pesos a más de 500 mil millones, y un desempeño turístico inferior a las expectativas.
De acuerdo con cifras de la empresa militar Tren Maya, en su primer año de operaciones se atendieron 603,182 pasajeros, lo que representa apenas el 20% de los 3 millones de usuarios proyectados inicialmente.
A pesar de las críticas por los sobrecostos, las demoras y los cuestionamientos sobre su impacto ambiental, Sheinbaum aseguró que el proyecto es un ejemplo de la capacidad de México para ejecutar obras de gran escala en tiempo récord.
“Estamos viviendo tiempos virtuosos con Fuerzas Armadas leales, humanistas, visionarias y ejemplares”, concluyó Sheinbaum, reafirmando que el Tren Maya es una pieza clave en el desarrollo económico, social y turístico del sureste mexicano.
Con opiniones divididas, el Tren Maya se posiciona como uno de los proyectos más polémicos y ambiciosos de la administración actual, con el desafío de cumplir sus promesas en los años por venir.
