La tormenta más potente en 90 años arrasa el archipiélago francés del Índico, dejando destrucción, incertidumbre y una crisis humanitaria sin precedentes.
El archipiélago de Mayotte, un territorio francés de ultramar ubicado en el océano Índico, enfrenta una tragedia sin precedentes tras el paso del ciclón Chido, considerado el más devastador en más de 90 años. Según François-Xavier Bieuville, prefecto local, el número de fallecidos podría oscilar entre varios centenares y miles de personas, aunque el cálculo exacto de víctimas es complejo debido a las características de la región.
El ciclón, con vientos que superaron los 200 km/h, azotó Mayotte durante la noche, dejando a su paso una estela de destrucción. Viviendas provisionales, edificios gubernamentales y un hospital fueron gravemente dañados. Meteo-France confirmó que esta es la tormenta más fuerte registrada en la zona desde hace casi un siglo.
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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su solidaridad con los afectados: “Mis pensamientos están con nuestros compatriotas de Mayotte, que han pasado por las horas más horribles y que, para algunos, lo han perdido todo, incluso la vida”.
Determinar el número exacto de muertos es un desafío. En Mayotte, de tradición musulmana, los fallecidos son enterrados en un plazo de 24 horas, lo que complica el registro oficial. El Ministerio del Interior francés reconoció que será difícil contabilizar a todas las víctimas debido a las condiciones en el terreno.
Las imágenes aéreas captadas por la gendarmería francesa muestran colinas cubiertas de escombros, evidencia de la destrucción de cientos de casas improvisadas que albergaban a gran parte de la población.
Mayotte, a más de 8,000 km de París, ya enfrentaba una situación crítica antes del ciclón. Con un 77% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza francés y la presencia de más de 100,000 inmigrantes indocumentados, la región sufre históricamente de precariedad, violencia y falta de infraestructura adecuada.
Ahora, el acceso a alimentos, agua potable y saneamiento es una de las principales preocupaciones tras el ciclón, según autoridades locales. La devastación amenaza con agravar el descontento social y la violencia en el territorio.
Con la magnitud de la catástrofe, Mayotte se enfrenta a un largo y difícil proceso de recuperación. La comunidad internacional y el gobierno francés están llamados a brindar apoyo inmediato para atender la emergencia humanitaria, restaurar la infraestructura y garantizar la seguridad y el bienestar de la población.
El ciclón Chido no solo ha dejado una profunda huella en el archipiélago, sino que también pone de manifiesto las profundas desigualdades en los territorios de ultramar y la necesidad de fortalecer su resiliencia frente a desastres naturales.
