El presidente de Brasil, de 79 años, se recupera sin complicaciones luego de una intervención quirúrgica urgente en São Paulo.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, evoluciona de manera satisfactoria tras someterse a una operación de emergencia por una hemorragia intracraneal. Según el parte médico más reciente, Lula se encuentra “lúcido, orientado y conversando” en la unidad de cuidados intensivos del hospital Sirio-Libanés, donde permanece internado desde el martes.
El procedimiento quirúrgico, realizado en São Paulo, se llevó a cabo luego de que una resonancia magnética detectara un hematoma de tres centímetros entre el cráneo y el cerebro, causado por una caída sufrida el pasado 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia. Durante ese incidente, Lula se golpeó la cabeza en el baño, lo que requirió cinco puntos de sutura en la nuca.
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La operación duró cerca de dos horas y, según el doctor Roberto Kalil, no dejó lesiones cerebrales ni implica riesgos adicionales para el mandatario. Lula permanecerá al menos 48 horas en cuidados intensivos antes de pasar a observación general. De acuerdo con el equipo médico, su regreso a Brasilia podría darse el próximo 16 de diciembre.
El boletín médico emitido este miércoles confirmó que Lula pasó la noche sin incidentes y continúa con drenajes mientras se le realizan nuevos exámenes de rutina. La primera dama, Rosângela ‘Janja’ da Silva, se encuentra a su lado acompañándolo en todo momento.
Mientras el mandatario se recupera, el vicepresidente Geraldo Alckmin ha asumido algunas de sus responsabilidades. El martes, por ejemplo, encabezó la recepción oficial del primer ministro eslovaco, Robert Fico, en una ceremonia que originalmente estaba prevista para ser liderada por Lula.
El hematoma intracraneal fue una consecuencia de la caída ocurrida hace casi dos meses, pero los síntomas no se manifestaron de inmediato. El lunes por la noche, Lula acudió al hospital Sirio-Libanés de Brasilia debido a intensos dolores de cabeza, donde se realizó la resonancia que confirmó la necesidad de una intervención urgente.
El equipo médico y político del mandatario han subrayado que su recuperación avanza según lo previsto y que no hay motivo de alarma. Aunque Lula estará alejado temporalmente de sus funciones, se espera que retome sus actividades habituales tras el alta médica.
El pueblo brasileño y líderes internacionales han expresado su apoyo y deseos de pronta recuperación para el líder progresista, quien sigue siendo una figura central en la política y el desarrollo de Brasil.