Detectan huellas moleculares únicas del cáncer para diagnóstico temprano

Un estudio pionero revela cómo las huellas moleculares en los ribosomas pueden permitir un diagnóstico rápido y preciso de cáncer en etapas tempranas, con potencial para pruebas no invasivas.

Un estudio innovador llevado a cabo por el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona ha revelado que los ribosomas, pequeñas fábricas de proteínas dentro de las células, contienen huellas moleculares únicas que pueden detectar diferentes tipos de cáncer en sus etapas más tempranas. Este hallazgo, publicado en la revista Molecular Cell, podría marcar un antes y un después en el diagnóstico temprano del cáncer, utilizando escáneres portátiles con una precisión casi perfecta en pocas horas.

El estudio se basa en la idea de que los ribosomas no son iguales en todo el cuerpo humano, como se pensaba anteriormente. En lugar de ser una estructura uniforme, los ribosomas presentan modificaciones químicas que varían según el tipo de tejido, las etapas de desarrollo y las enfermedades, incluidos varios tipos de cáncer. Este fenómeno ha sido descrito como la “huella epitranscriptómica”, una especie de firma molecular que revela de dónde proviene una célula y qué está sucediendo dentro de ella.

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La profesora Eva Novoa, investigadora principal del CRG, explicó que el ARN ribosómico (ARNr), un tipo especial de ARN que forma parte de los ribosomas, es uno de los componentes más prevalentes en nuestras células, representando el 95% del ARN humano. Esto hace que las modificaciones de este ARN en los ribosomas sean especialmente relevantes para el estudio de enfermedades como el cáncer.

Los investigadores examinaron estas huellas moleculares en tejidos sanos y en pacientes con cáncer, especialmente de pulmón y testículos. Al hacerlo, descubrieron que las células cancerosas mostraban una pérdida constante de marcas químicas en sus ribosomas, lo que denominan hipomodificación. Este patrón específico en los ribosomas de las células cancerosas podría ser clave para detectar la enfermedad en sus etapas iniciales, antes de que se desarrollen síntomas graves.

El estudio se centró en el cáncer de pulmón, uno de los más difíciles de detectar en sus primeras fases. Los investigadores tomaron muestras de tejidos sanos y de 20 pacientes con cáncer de pulmón en estadio I y II y confirmaron que el ARNr en las células cancerosas presentaba esta hipomodificación. Utilizando los datos obtenidos, crearon un algoritmo que fue capaz de clasificar las muestras con una precisión casi perfecta, diferenciando entre tejido sano y tejido canceroso.

Este avance podría revolucionar la forma en que se diagnostica el cáncer, ya que la mayoría de los casos de cáncer de pulmón no se descubren hasta etapas avanzadas. Detectar la enfermedad en su fase temprana podría abrir la puerta a tratamientos más eficaces y mejorar las tasas de supervivencia.

Además, el estudio sugiere que estas huellas moleculares pueden ser detectadas con una prueba rápida y no invasiva, que solo necesitaría una pequeña muestra de sangre, eliminando la necesidad de biopsias invasivas. Esto no solo facilitaría el diagnóstico, sino que también permitiría realizar las pruebas de manera más accesible y económica.

Este enfoque revolucionario abre la puerta a un futuro en el que el diagnóstico temprano de cáncer no sea un lujo reservado a pocos, sino una posibilidad al alcance de todos, gracias a avances científicos que permiten detectar la enfermedad de manera rápida, precisa y sin complicaciones invasivas. Sin embargo, los investigadores advierten que aún se necesitan más estudios para confirmar la efectividad clínica de esta estrategia antes de su implementación generalizada.