Los Colchoneros le dieron la vuelta al Sevilla en casa en un partido que perdían 1-3
El estadio Metropolitano resonó con el grito “Nunca dejes de creer”, encapsulando la devoción de los aficionados del Atlético de Madrid. ¿Cómo no hacerlo cuando en tu equipo tienes a Griezmann, el Principito convertido en rey? Un jugador de culto que en los momentos decisivos no decepciona.
Ante el Sevilla, un partido electrizante lleno de intercambio de golpes, el Atleti vivió una noche de altibajos. Con un equipo prácticamente completo de titulares, Griezmann fue el centro de atención.
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Volviendo tras una extracción dental, protagonizó momentos de gran peligro, primero con un disparo al larguero y luego con un tiro que el portero sevillista salvó con excelentes reflejos.
El partido mostró la presión alta del equipo de Simeone, obligando al Sevilla a actuar con rapidez y precisión. De Paul, con un derechazo imparable desde fuera del área, anotó el primer gol para el Atleti, demostrando su mejor versión.
Sin embargo, el Sevilla no se quedó atrás y, con un gol en un córner corto, logró igualar las cosas.
La remontada del Atleti comenzó con un tanto de Griezmann, pero el Sevilla respondía con velocidad y precisión en las contras.
Al final, el empate se convirtió en un 1-3 que parecía definitivo, hasta que Griezmann y los cambios de Simeone revitalizaron al equipo, llevándolo a un emocionante 3-3 que reflejaba la pasión y la lucha del Atleti.
