La presidenta destaca que exigir el perdón por abusos de la Conquista no implica ruptura diplomática, sino un acto para fortalecer las relaciones y construir un futuro reconciliado.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reafirmó su compromiso de mantener durante todo su mandato la petición para que España ofrezca una disculpa oficial por los abusos cometidos durante la Conquista.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum dejó claro que esta postura no significa una ruptura diplomática, y que las relaciones bilaterales continúan con normalidad. “La pausa decretada en el gobierno anterior solo fue con el embajador español. La relación con España sigue y continuará siendo fuerte”, afirmó.
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Sheinbaum insistió en que pedir disculpas no es un gesto de anclaje al pasado, sino un paso necesario para construir una relación sólida y sincera entre ambas naciones. “El perdón engrandece a los pueblos y permite mirar hacia el futuro. Reconocer las atrocidades del pasado es esencial para construir una nueva historia”, subrayó.
La mandataria destacó que 2025 será un año simbólico para reforzar esta exigencia, ya que se conmemorarán 700 años de la fundación de Tenochtitlán. Según Sheinbaum, estos eventos históricos deben ser reconocidos y reflexionados para avanzar hacia una reconciliación genuina.
La relación entre México y España ha estado marcada por tensiones desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó por primera vez una disculpa oficial en 2019, petición que no fue respondida por el rey Felipe VI. Esta situación llevó a la mandataria a no invitar al monarca español a su toma de protesta como presidenta, una decisión que generó críticas pero que, según Sheinbaum, no representa un rompimiento diplomático.
“México y España tienen una gran relación, pero seguiremos insistiendo en que el perdón es un acto necesario para sanar heridas históricas y fortalecer los lazos entre nuestros países”, concluyó la presidenta.
La postura de Sheinbaum refleja la continuidad de una política histórica que busca conciliar el pasado colonial con el presente, destacando que una disculpa oficial sería un gesto de grandeza y reconciliación.