El Gran Premio de Qatar se convirtió en un caos a partir de la vuelta 30 de la competencia del domingo, todo esto como consecuencia de un retrovisor que se desprendió del monoplaza del Williams de Alex Albon y provocó pinchaduras así como una sanción a Lando Norris.
El retrovisor de Albon quedó tirado en la recta de línea de meta y, aunque originalmente no se consideraba un peligro después cambió la carrera. Originalmente, el nuevo director de carrera de la FIA para la F1, Rui Marques, ordenó solamente dobles banderas amarillas en la zona.
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Sin embargo, Valtteri Bottas tocó la pieza al quitarse del paso de los líderes. El paso del Sauber del finlandés provocó que varios trozos del mismo retrovisor se esparcieran por el circuito. Se estima que estos restos generaron las pinchaduras en el Ferrari de Carlos Sainz y el Mercedes de Lewis Hamilton.
Además, Lando Norris fue sancionado con un stop and go de 10 segundos en pits al no respetar las banderas amarillas originales y no reducir la velocidad. Esto lo llevó a caer a la última posición hasta remontar al décimo escaño y salvar un punto. El británico se encontraba en la lucha por el podio antes de la sanción.
Los equipos criticaron la decisión de control de carrera por no colocar safety car para retirar las piezas originalmente, o incluso un virtual safety car. Tanto el castigo para Norris como el hecho de que los restos del retrovisor pudieran provocar las pinchaduras de dos pilotos han sido un punto de reproche a la FIA por parte de las escuderías.
El organismo rector del automovilismo emitió un comunicado en donde detalló los razonamientos detrás de todas sus decisiones.