Burton relató que de niño no leía mucho, pero veía películas de monstruos y se sentía identificado con realidades “absurdas” y “ridículas”
En una charla íntima en el Festival de Cine Internacional de Marrakech, el director estadounidense Tim Burton se abrió sobre su infancia, sus influencias y su visión del mundo, mientras compartía anécdotas sobre su carrera y su relación con Hollywood.
Burton, conocido por sus películas de estética gótica y personajes excéntricos como Eduardo Manostijeras, Batman y Beetlejuice, reveló cómo, de niño, no leía mucho, pero se sentía profundamente identificado con las películas de monstruos. “Los monstruos eran los personajes más sensibles y juiciosos”, afirmó Burton, destacando que, a diferencia de los humanos, que eran retratados como personajes de una sola dimensión, los monstruos representaban una forma de ser incomprendida y, en muchos casos, vilipendiada por la sociedad. “Yo me identificaba con estos personajes. La gente me decía que era raro”, confesó el director.
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Sobre su famosa película Mars Attacks (1996), Burton reflexionó sobre su naturaleza “absurda y ridícula”, que, según él, parece volverse una realidad con el paso del tiempo, especialmente con el ascenso político de Donald Trump. El director comparó el tono de la película con el clima político actual y bromeó sobre cómo los eventos reales empiezan a parecerse a una de sus historias más surrealistas.
“El mundo entero es extraño para mí”, comentó Burton durante su intervención, señalando que desde su infancia siempre se ha sentido como un “alienígena”. Esta sensación de ser un forastero ha marcado su visión creativa y le ha permitido conectar con la esencia de personajes marginales y excéntricos.
Al hablar sobre su carrera, Burton expresó sorpresa por haber logrado una larga relación con los grandes estudios de Hollywood, mencionando que la industria se ha vuelto más corporativa y menos abierta a cineastas como él. Recordó sus inicios en Disney, donde, a pesar de no sentirse parte de la cultura de la compañía, logró abrirse paso. “Nunca fui una persona Disney, por eso fue tan extraño para mí trabajar allí. No era muy buen animador, era la oveja negra de la familia”, dijo entre risas.
El director también expresó preocupación por la evolución del cine independiente, mencionando que, aunque existen películas independientes, el desafío radica en cómo se distribuyen y cómo el público puede acceder a ellas. Según Burton, los algoritmos y las plataformas digitales han limitado la individualidad y la creatividad, dificultando el acceso de las audiencias a películas que no se ajustan a los patrones comerciales establecidos.
Burton se mostró igualmente reflexivo sobre su edad. A pesar de tener 66 años, él mismo se considera emocionalmente una “niña de 13 años”. “Es mi edad mental en este momento, sigo yendo para abajo, hasta que sea un bebé, no sé”, bromeó.
El director también mencionó que no cree que sus hijos hayan visto sus películas, lo cual considera saludable. “Me aprecian, pero creo que es sano que no estén obsesionados conmigo. Es lo que los niños tienen que hacer, encontrar su propio camino”, explicó.
Aunque los fanáticos de Burton esperan ansiosos sus próximos proyectos, el director no quiso revelar detalles de lo que viene, señalando que en Hollywood nunca se sabe si lo que uno planea hacer realmente se llevará a cabo hasta que se le dé luz verde.
