Propuesta de incremento en tarifas revive cuestionamientos sobre el manejo opaco de recursos en San Luis Potosí
El alcalde capitalino, Enrique Galindo Ceballos, enfrenta una oleada de críticas tras anunciar su intención de incrementar en un 50% las tarifas de parquímetros, una medida que ha desatado la indignación de ciudadanos y organizaciones civiles.
La propuesta no solo llega en un momento económico crítico para la población, sino que revive cuestionamientos sobre la opacidad en el manejo de los ingresos generados por estos dispositivos desde su implementación hace más de una década.
A pesar de que Galindo asegura que este aumento es necesario para mejorar los servicios públicos, los ciudadanos señalan que los recursos provenientes de los parquímetros nunca han sido utilizados con transparencia.
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Las cifras oficiales contradicen las declaraciones del alcalde: mientras en 2014 se reportaba una recaudación promedio mensual de 2.6 millones de pesos, en 2024, a pesar de la expansión de las zonas de parquímetros y el aumento del parque vehicular, el ayuntamiento reporta ingresos menores, con 2.35 millones de pesos promedio mensual hasta octubre. Este descenso inexplicable en los ingresos ha generado sospechas de un manejo inadecuado de los recursos, agravadas por la falta de rendición de cuentas en las últimas administraciones.
El origen de los parquímetros, instaurados durante la administración 2006-2009 con la promesa de beneficiar al Centro Histórico, al Cuerpo de Bomberos y al Fondo de Pensiones Municipales, ha sido desvirtuado con el tiempo. La opacidad en el manejo de estos recursos, y los fondos, que debían ser utilizados en obras y mejoras, comenzaron a desaparecer sin justificación clara.
Además, las cifras oficiales de transparencia revelan que cerca del 37% de los ingresos por parquímetros se destina al pago de sueldos, lo que representa aproximadamente un millón de pesos mensuales. Esta asignación ha generado dudas sobre quiénes realmente se benefician de estos recursos y si el proyecto, diseñado inicialmente como una herramienta para ordenar el estacionamiento en el Centro Histórico, no se ha convertido en un lucrativo negocio para unos pocos.
El anuncio de Galindo de convocar a un consejo ciudadano para avalar este aumento solo ha exacerbado el malestar. La ausencia de resultados tangibles de sus decisiones administrativas, sumada a los constantes viajes internacionales que no han traído beneficios visibles para la ciudad, pone en entredicho su compromiso con las verdaderas necesidades de los potosinos.
En un intento por calmar las aguas, el alcalde organizó un desayuno con comerciantes del Centro Histórico, pero esta acción fue vista por muchos como una maniobra desesperada para legitimar una propuesta impopular.
Mientras tanto, los habitantes de San Luis Potosí exigen respuestas claras y acciones contundentes para garantizar que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y transparente.
La creciente desconfianza hacia el gobierno de Enrique Galindo podría marcar un punto de inflexión en su administración, obligándolo a responder no solo por el manejo de los parquímetros, sino también por la falta de avances en temas prioritarios como la seguridad, la reparación de calles y la mejora de los servicios básicos. ¿Podrá el alcalde recuperar la confianza de la ciudadanía o seguirá cargando con el estigma de la opacidad y la ineficiencia?