El británico, reconocido por su longevidad y récord Guinness, murió en una residencia en Southport, dejando un legado de más de un siglo de vida.
John Alfred Tinniswood, quien ostentaba el título del hombre más longevo del mundo, falleció a los 112 años en la residencia de ancianos Hollis Care Home, en Southport, Inglaterra. Nacido el 26 de agosto de 1912 en Liverpool, Tinniswood vivió una vida que abarcó más de un siglo, atravesando eventos históricos clave y convirtiéndose en un símbolo mundial de longevidad. En 2020, fue reconocido por el Libro Guinness de los Récords como el hombre más viejo del planeta, después de la muerte de Juan Vicente Pérez, quien falleció con 114 años en Venezuela.
A lo largo de su vida, Tinniswood mostró una gran inteligencia y dedicación. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en tareas logísticas y contables, contribuyendo al esfuerzo bélico de su país. Tras la guerra, trabajó para Royal Mail, y más tarde en el sector petrolero, en Shell y BP, hasta su jubilación en 1972.
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En sus últimos años, Tinniswood pasó sus días en la Hollis Care Home, donde se mantenía rodeado de música y de afecto por parte de sus seres queridos. Según su familia, en su último día fue rodeado de amor, y describieron al anciano como una persona “inteligente, valiente, tranquila ante cualquier crisis, y un gran conversador”. Además, su afición por el fútbol, especialmente por el Liverpool F.C., fue uno de los aspectos que más disfrutó durante su vida.
Tinniswood también recibió un reconocimiento especial por parte de la familia real británica, quien le enviaba tarjetas de felicitación anuales por su cumpleaños, primero durante el reinado de la Reina Isabel II y más recientemente por parte del Rey Carlos III.
El hombre más longevo del mundo deja un legado que inspira a generaciones sobre la importancia de cuidar la salud y vivir una vida plena. Aunque el récord de longevidad sigue siendo sostenido por el japonés Jiroemon Kimura, quien vivió hasta los 116 años, Tinniswood será recordado como una figura clave en el estudio y la celebración de la longevidad humana.
Sobrevivido por su hija Susan, cuatro nietos y tres bisnietos, su familia expresó un profundo agradecimiento por el cuidado recibido en sus últimos años y recordó cómo Tinniswood siempre se mostró agradecido por el apoyo y la atención que recibió hasta su muerte.