Ataques a cámaras de vigilancia, incendios y asesinatos marcaron una jornada de inseguridad en la capital sinaloense, afectando servicios educativos y cotidianos.
La madrugada de este lunes, Culiacán, Sinaloa, vivió una ola de violencia que incluyó disparos, asesinatos y ataques a la infraestructura urbana, como el daño a cerca de 80 cámaras de videovigilancia en diversos puntos de la ciudad. Según la Secretaría de Seguridad Pública estatal, los ataques comenzaron después de las 2:00 h y afectaron la operatividad de los sistemas de seguridad.
La jornada violenta inició la noche del domingo con el asesinato de al menos cinco personas, el incendio de una casa habitación y la colocación de ponchallantas en la Avenida Álvaro Obregón, los cuales dañaron varios vehículos.
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En respuesta a la situación, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) suspendió las clases presenciales en Culiacán y Navolato, optando por actividades virtuales como medida precautoria. Instituciones como el Tecnológico de Monterrey, el Tecnológico de Culiacán y colegios privados adoptaron medidas similares, priorizando la seguridad de su comunidad estudiantil.
A pesar de los hechos, la Federación de Autotransportes de Sinaloa aseguró que el transporte público se mantendría activo en la capital.
Estos eventos resaltan la compleja situación de inseguridad en Sinaloa, donde episodios de violencia afectan no solo la seguridad pública, sino también las actividades diarias de la población. Las autoridades continúan investigando los hechos y coordinando estrategias para devolver la calma a la región.
