Recordemos que el alcalde viene de la policía, pero a pesar de ello, no logra mantener los diferentes tipos de delitos por debajo de la media nacional
San Luis Potosí enfrenta una creciente crisis de inseguridad, reflejada en los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que reporta un aumento significativo en diversos delitos durante el mes de octubre.
Evidenciado por el aumento preocupante de varios delitos durante el mes de octubre. Los datos de la incidencia delictiva han puesto en tela de juicio las políticas implementadas por la administración del alcalde Enrique Galindo, cuya gestión parece no haber logrado los resultados prometidos para garantizar una ciudad más segura.
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Uno de los delitos con mayor crecimiento es el narcomenudeo, que experimentó un alarmante incremento del 43.07%. Este aumento refleja el avance del crimen organizado en la ciudad, lo que sugiere que las autoridades locales no han logrado frenar la expansión de las actividades del narcotráfico, cuestionando la efectividad de las estrategias de seguridad pública.
Por otro lado, la violencia familiar sigue siendo uno de los problemas más persistentes, con un aumento del 22.63%. Este fenómeno resalta la falta de programas eficaces tanto para prevenir la violencia doméstica como para atender a las víctimas, mostrando una clara deficiencia en las políticas públicas municipales.
El delito de lesiones dolosas también creció un 17.52%, un indicativo de que los conflictos sociales están fuera de control, agravados por la falta de una estrategia integral para mediar las disputas interpersonales que, lamentablemente, terminan en violencia.
Además, la violencia sexual se mantiene en ascenso, con un incremento del 4.38% en los casos de violación. Esta situación refleja la vulnerabilidad de las mujeres en la ciudad y la ineficacia de las autoridades para combatir la violencia de género, a pesar de las campañas de sensibilización.
Los robos a casa habitación y vehículos también muestran cifras alarmantes, destacando especialmente el robo de vehículos con un aumento del 5.84%. Estos delitos ponen en evidencia la incapacidad de la policía municipal para proteger el patrimonio de los ciudadanos, lo que contribuye a la creciente desconfianza de la población hacia las autoridades.
Los datos, provenientes del Secretariado Ejecutivo de Seguridad, dejan claro que, a pesar de los discursos de la administración y los esfuerzos en programas de seguridad, los resultados están muy lejos de las expectativas.
La creciente ola de delitos exige un replanteamiento urgente de las estrategias de seguridad, enfocándose no solo en medidas reactivas, sino también en abordar las causas estructurales de la violencia. Si no se toman acciones concretas y efectivas, la gestión de Enrique Galindo podría quedar marcada por el fracaso en el ámbito de la seguridad pública, con consecuencias cada vez más visibles en la vida cotidiana de los potosinos.
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