La Iglesia católica se prepara para un aumento de la crisis migratoria en la frontera con el regreso de Trump a la Casa Blanca.
La Iglesia católica en la frontera norte de México se está preparando para enfrentar el impacto de las políticas migratorias del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha prometido implementar deportaciones masivas y restricciones al asilo. La ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, que ya enfrenta una crisis humanitaria debido a la creciente ola migratoria, se encuentra en el centro de esta problemática.
El obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, expresó que la Iglesia seguirá defendiendo los derechos humanos de los migrantes, independientemente de las políticas gubernamentales. “Es estar atentos a las políticas de los gobiernos, pero siempre a favor de los migrantes”, comentó el obispo. La Iglesia ha reforzado su papel humanitario mediante albergues y apoyo a los migrantes que permanecen varados en la frontera, tras no lograr cruzar a Estados Unidos o ser deportados bajo el Título 42, que permitía la expulsión durante la pandemia de COVID-19.
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En 2024, la frontera de Ciudad Juárez con El Paso, Texas, ha experimentado un incremento de más del 30% en el flujo migratorio, impulsado por crisis económicas en países como Venezuela, Honduras y Haití. Con la posibilidad del regreso de políticas restrictivas por parte de Trump, como las deportaciones masivas a través del Ejército, la Iglesia católica ha intensificado sus esfuerzos para sensibilizar a la sociedad y las autoridades sobre la urgencia de actuar ante la situación que afecta a miles de migrantes.
El padre Juan Carlos López, vocero de la diócesis local, destacó que la Iglesia, a través de obras concretas de fe y atención humanitaria, busca aliviar las condiciones de los migrantes. Sin embargo, las autoridades locales han expresado su preocupación por la insuficiencia de los recursos gubernamentales para atender la crisis, lo que deja en gran medida la responsabilidad a organizaciones religiosas y civiles.
La Iglesia católica en Ciudad Juárez sigue siendo un pilar fundamental para los migrantes, brindando apoyo a través de albergues y programas humanitarios, mientras se prepara para lo que pueda ser una nueva etapa de desafíos bajo la presidencia de Trump.