La protesta exige el cese de la violencia y recuerda al padre Marcelo Pérez, defensor de derechos humanos y activista asesinado en octubre.
Cientos de habitantes de comunidades indígenas de Chiapas participaron este lunes en una marcha pacífica para exigir justicia y reclamar paz ante la creciente violencia en la región. A un mes del asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, la manifestación en Chalchihuitán destacó la resistencia de los pueblos indígenas frente al narcotráfico y la inseguridad.
El contingente recorrió 2 kilómetros, portando cruces blancas y fotografías del padre Marcelo, sacerdote tzotzil conocido por su activismo en defensa de los derechos humanos. Durante la marcha, los participantes denunciaron el abandono estatal y la falta de justicia.
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El padre José Elías Hernández subrayó la necesidad de una paz real:
“No una paz controlada por el crimen, sino una verdadera paz que dé libertad a los pueblos.”
Flor Pérez, habitante de Chalchihuitán, recordó que el padre Marcelo fue asesinado por hablar con la verdad y defender a su comunidad.
Los manifestantes alertaron sobre el impacto de la violencia relacionada con el narcotráfico, que ha provocado desplazamientos, extorsiones y un aumento en la inseguridad, afectando a comunidades indígenas como los tzotziles, tzeltales y mam.
Las comunidades pidieron una acción coordinada de los gobiernos municipal, estatal y federal para garantizar la seguridad y la justicia, y evitar que más pueblos se conviertan en víctimas de la violencia y la impunidad.
La violencia en Chiapas no solo afecta la integridad de sus habitantes, sino que refuerza la marginación histórica que enfrentan los pueblos indígenas. La marcha refleja su lucha por la dignidad, la justicia y el respeto a sus territorios.
