La Unión Eléctrica de Cuba pronostica apagones en casi la mitad del país, debido a un déficit de 1,415 megavatios y la incapacidad de satisfacer la demanda eléctrica.
La crisis energética en Cuba se agudiza con los frecuentes apagones que afectan a la población, generando un fuerte descontento social. La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) ha anunciado que este sábado, durante el horario de mayor demanda, cerca de la mitad del país experimentará cortes de energía.
La estimación de capacidad máxima de generación eléctrica será de 1,565 megavatios (MW), mientras que la demanda superará los 2,900 MW, lo que resultará en un déficit de 1,415 MW. Este es el peor déficit registrado este año, superando incluso los 51% de afectación en octubre.
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En los últimos meses, la falta de combustible y el deterioro de las centrales termoeléctricas, muchas de las cuales tienen más de 40 años en funcionamiento, han dejado al país con una infraestructura eléctrica precaria. Los apagones recurrentes no solo afectan la economía, sino que también contribuyen al creciente descontento social, reflejado en un aumento de la migración y en protestas populares desde 2021.
El impacto de esta crisis energética también se vio amplificado por los recientes desastres naturales, como el paso del huracán Rafael, que dejó al país sin electricidad por varios días. La situación sigue empeorando, lo que refleja la incapacidad de Cuba para superar su dependencia del combustible importado y la infraestructura energética envejecida.
La falta de divisas para importar el combustible necesario ha agudizado aún más esta situación, mientras el descontento popular continúa creciendo, impulsando una ola de migración hacia otros países en busca de mejores condiciones de vida.
