El gobierno mexicano defiende su decisión de no extraditar al exministro ecuatoriano debido a su estatus de refugiado.
Esta semana, la Interpol detuvo en México al exministro ecuatoriano Walter Solís, quien está acusado de corrupción en su país. Sin embargo, el Gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, rechazó la solicitud de extradición realizada por Ecuador, basándose en el estatus de refugiado de Solís en México.
La presidenta Sheinbaum explicó que, a pesar de que Solís tenía una “ficha roja de detención” emitida por la Interpol, el gobierno mexicano actuó en acuerdo con las normativas internacionales y nacionales, que protegen a los refugiados bajo el principio de “no devolución”. Aseguró que, aunque la detención se realizó como parte de la cooperación internacional, no se puede extraditar a Solís debido a su condición de refugiado, la cual le fue otorgada por México desde 2021.
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Solís, quien ocupó el cargo de Ministro de Transporte y Obras Públicas en Ecuador, está acusado de malversación de fondos públicos en relación con las obras de reconstrucción tras el terremoto de 2016 en Ecuador. La Fiscalía ecuatoriana lo señala como uno de los responsables de un presunto caso de peculado durante la administración de Rafael Correa.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México subrayó que el principio de “no devolución”, consagrado en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, impide que Solís sea entregado a Ecuador, en tanto que México también mantiene comunicación constante con la Fiscalía General de la República (FGR) para coordinar las siguientes acciones.
