Banco de niebla afecta 96 vuelos en el AICM y suspende operaciones temporales

Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus alertaron a pasajeros por retrasos y cancelaciones en el AICM y el AIFA debido a condiciones climáticas adversas.

La mañana de este viernes 22 de noviembre, un banco de niebla provocó la suspensión temporal de operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), afectando al menos 96 vuelos entre despegues y aterrizajes.

Las primeras alertas surgieron minutos antes de las 6:00 h, cuando las autoridades del AICM notificaron las afectaciones climáticas a través de sus canales oficiales. El aeropuerto exhortó a los pasajeros a extremar precauciones y mantenerse informados sobre el estatus de sus vuelos.

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Aeroméxico confirmó que múltiples operaciones programadas en el AICM se verían interrumpidas por el mal clima. De manera similar, Volaris extendió su advertencia, señalando que las afectaciones también impactarían el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), mientras que Viva Aerobus recomendó a los pasajeros verificar los itinerarios antes de trasladarse a las terminales.

Pese a la niebla densa, las autoridades lograron reanudar los despegues a las 7:41 h, aunque las demoras y reprogramaciones continuaron afectando la logística aeroportuaria y causando inconvenientes a cientos de pasajeros.

El banco de niebla no solo afectó las operaciones del AICM, sino que también generó complicaciones en vuelos de conexión y desvíos hacia aeropuertos alternos. Usuarios en redes sociales reportaron largas filas y retrasos en los mostradores de atención de las aerolíneas, quienes intentaban reorganizar sus itinerarios en tiempo real.

Las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas involucradas reiteraron su llamado a los pasajeros para que mantengan comunicación constante con sus respectivas compañías y consulten los horarios actualizados de sus vuelos antes de acudir al aeropuerto.

Este evento subraya la importancia de la planificación ante condiciones climáticas adversas, especialmente durante la temporada invernal, cuando los bancos de niebla y otros fenómenos naturales pueden interferir significativamente en el tráfico aéreo.