Este descubrimiento fue posible gracias a la colaboración entre personal especializado en taxonomía y en etología de México, España, Japón y EU
Un equipo internacional de España, Japón, México y Estados Unidos, liderado por un investigador del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian (en Washington) e iniciado en la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), en Huelva, al sur de España, ha confirmado la existencia de dos nuevas especies de ardillas en el sudeste asiático.
Se trata de la ardilla rayada del sudeste asiático (Tamiops barbei) y la ardilla de vientre gris meridional (Callosciurus concolor), que hasta ahora se consideraban subespecies de dos especies de amplia distribución, según ha informado la EBD-CSIC.
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El equipo científico ha determinado que en realidad cada una de estas ardillas corresponde a dos especies distintas que fueron agrupadas incorrectamente, un fenómeno conocido como “sinonimia”.
Arlo Hinckley, autor principal del estudio comenzó a estudiar estas ardillas durante su tesis doctoral en la Estación Biológica de Doñana y continúa haciéndolo en la actualidad en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian.
Mediante el análisis detallado de sus características físicas, su genética, su distribución y sus cantos de apareamiento, el equipo consideró que eran lo suficientemente distintas como para ser reconocidas como especies únicas y otorgarles su propia identidad.
Este descubrimiento fue posible gracias a la colaboración entre personal especializado en taxonomía y en etología y a las plataformas de ciencia ciudadana. Por una parte, se realizaron análisis moleculares y estudios de los cráneos y dientes de ejemplares de Colecciones Científicas de diferentes instituciones.
Toda esta información se complementó con datos de plataformas de ciencia ciudadana como iNaturalist, Observation e India Biodiversity, donde la ciudadanía puede registrar sus observaciones del mundo natural, lo cual permitió obtener información sobre la distribución de las distintas especies. Además de ello, también se realizaron estudios bioacústicos de las señales de apareamiento emitidas por los machos.
Tras los análisis, el equipo científico concluyó que la población de lo que hasta ahora se consideraba Tamiops mcclellandii, situada al este del Himalaya y la cordillera de Arakan, debía reconocerse como una especie única, Tamiops barbei.
Por su parte, la población de Callosciurus caniceps que habita en la Región de la Sonda, en el sudeste asiático, debía ser reconocida como otra especie única, Callosciurus concolor.