El Mundial quedó visto para sentencia en Brasil y esa sentencia se anuncia para este fin de semana en Las Vegas. Sí, Verstappen pasó diez grandes premios sin conocer la victoria, Norris le apretó más que ningún otro rival en las dos campañas anteriores y McLaren termina el año con un coche mucho más completo que el Red Bull.
Pero a Max le pueden sobrar igualmente dos carreras para lograr su cuarto Mundial: tiene 62 puntos sobre Lando y necesita mantener 60 después de la carrera de este sábado noche (domingo de madrugada en Europa). Si acaba delante del inglés, certifica el tetracampeonato matemáticamente.
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Si acaba detrás, puede ceder hasta dos puntos. Y si no gana el título en Las Vegas, lo hará una semana después incluso en el esprint de Qatar.
A la Fórmula 1 no le disgustará este desenlace: Liberty Media asumió la organización del GP de Las Vegas y quiere convertirlo en uno de los polos del calendario.
Más allá de las luces de neón, el show fuera de la pista y el ambiente de celebrities en el paddock, nada como una carrera decisiva y relevante para contribuir a poner a Las Vegas en el mapa del aficionado al automovilismo.
Una curiosidad: en cada circuito en los que se han rodado imágenes para la película sobre F1 que protagoniza Brad Pitt, la publicidad más repetida en los márgenes del circuito es la del GP de Las Vegas.
Hay interés por que este proyecto, con contrato hasta 2032, se convierta en un nuevo clásico. En cierto modo, a Liberty le salpica directamente: ya el año pasado invirtieron cerca de 500 millones de dólares.
Una vez las alcantarillas queden bien selladas para evitar esperpentos (en 2023, una destrozó el Ferrari de Sainz y retrasó los entrenamientos hasta bien entrada la madrugada) y los huéspedes de hoteles y casinos no den la espalda a la carrera, lo que suceda en la pista será importante para ambos Mundiales. Ferrari apunta alto este fin de semana porque el tipo de circuito, urbano y con curvas lentas, hará bien al SF-24.
Quizás en sus optimistas previsiones omiten que las temperaturas serán bajas por la noche y les puede costar calentar el neumático en un asfalto frío para los estándares del verano europeo y Oriente Medio. A McLaren le debe quedar el consuelo de ganar el campeonato de constructores para no perder dos títulos a la vez. Mientras tanto, puede que sea la última oportunidad clara de victoria para Sainz al menos hasta que Williams demuestre lo contrario.
