Fiscalía de Manhattan se opone a desestimar caso contra Trump, pero acepta posponerlo

El juicio por pagos irregulares a Stormy Daniels se aplazaría durante el mandato de Donald Trump como presidente

La Fiscalía de Manhattan, que lleva el caso contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por pagos irregulares a la exactriz porno Stormy Daniels, informó al juez Juan Merchan que se opone a desestimar la condena contra el líder republicano. Sin embargo, reconoció que está dispuesta a posponer el juicio mientras Trump esté en la Casa Blanca.

La Fiscalía argumentó que los resultados de la elección del pasado 5 de noviembre, en la que Trump resultó ganador, crean un nuevo escenario legal. En respuesta a una solicitud de la defensa presentada el 8 de noviembre, la Fiscalía expresó su intención de oponerse a desestimar el caso y pidió al juez fijar una nueva audiencia para el 9 de diciembre, con el fin de definir los próximos pasos.

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Pese a su oposición inicial, la Fiscalía reconoció que la investidura de Trump como presidente plantea “cuestiones legales sin precedentes”. En su comunicado, subrayó su respeto por el cargo presidencial y las obligaciones que este conlleva, lo que ha sido interpretado como un indicio de que podría respaldar la postergación del caso durante el mandato de Trump.

El juez Merchan aún no ha emitido un fallo definitivo, aunque se prevé que acepte la posposición del juicio, dada la presión política y las circunstancias sin precedentes del caso.

Por su parte, el equipo de Trump celebró la postura de la Fiscalía como una victoria: “Esta es una rotunda victoria para el presidente Trump y el pueblo americano”, declaró Steven Cheung, jefe de comunicaciones del presidente electo. Añadió que el equipo legal de Trump sigue trabajando para lograr la desestimación definitiva del caso.

El caso, que acusa a Trump de 34 delitos relacionados con pagos irregulares a Stormy Daniels, ya tuvo un fallo de culpabilidad en mayo pasado, aunque la sentencia aún no ha sido definida. Esta situación se ha convertido en un punto central del debate legal y político, marcando un hito sin precedentes en la historia de Estados Unidos.