Entre las víctimas mortales se encuentran siete policías y un trabajador sanitario, además de 39 heridos, entre ellos menores.
Al menos diez personas han muerto, incluidos siete policías y un trabajador sanitario, tras un ataque con misil ruso contra una zona residencial de la ciudad de Odesa, Ucrania, según reportó la Policía ucraniana.
El ataque, que también dejó 39 heridos, entre ellos 14 oficiales y cuatro menores, se produjo cuando un misil balístico impactó en un parque, causando daños graves en un edificio de viviendas, una universidad y un edificio administrativo.
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El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque en su canal de Telegram, calificándolo de “ejemplarizante” y advirtiendo que no se trató de un “ataque accidental”. Zelenski criticó la postura de Rusia tras las recientes conversaciones entre líderes internacionales, como el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, y el canciller alemán, Olaf Scholz, quienes se habrían reunido con Vladimir Putin. El mandatario ucraniano instó a los participantes de la cumbre del G20 en Brasil a escuchar el mensaje de Rusia, que demuestra su único interés en continuar la guerra.
Este ataque contra Odesa ocurre solo horas después de que otro misil ruso matara a 11 personas en la ciudad de Sumi, al noreste de Ucrania, durante la noche. Además, en la madrugada del domingo, las fuerzas rusas llevaron a cabo uno de los ataques más masivos desde el inicio de la guerra, destruyendo infraestructuras eléctricas ucranianas con 120 misiles y 90 drones.
