Un bebé prematuro que había sido rescatado de un incendio en un hospital del norte de India murió el domingo, sumando 11 víctimas mortales del siniestro en la unidad neonatal.
El pasado viernes, un incendio en una unidad de cuidados intensivos neonatales en el Mahrani Laxmi Bai Medical College de Jhansi, en el estado de Uttar Pradesh, dejó como saldo 11 víctimas mortales, entre ellas un bebé que, tras ser rescatado de las llamas, murió este domingo.
Según N.S. Sengar, director del hospital, el bebé había nacido prematuramente y estaba en condiciones muy débiles al momento del incendio. A pesar de los esfuerzos médicos por salvar su vida, el bebé falleció por la mañana del domingo, aumentando el número de víctimas del siniestro, que ya había dejado 10 muertos.
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En total, 16 bebés más resultaron heridos y continúan siendo tratados por lesiones sufridas durante el fuego. Las autoridades han indicado que el incendio, que comenzó alrededor de las 22:45 h del viernes, parece haber sido un accidente, aunque las investigaciones continúan.
Tras la tragedia, tanto el presidente de India, Narendra Modi, como el jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, anunciaron pagos de compensación a las familias de las víctimas.
Este incidente resalta una constante preocupación en India, donde los incendios, derrumbes y accidentes en hospitales y otros edificios públicos son recurrentes. La falta de mantenimiento adecuado, la corrupción y el incumplimiento de normas de seguridad en las infraestructuras son factores que contribuyen a la ocurrencia de estos trágicos sucesos. Este mismo año, un incendio en un hospital infantil de Nueva Delhi cobró la vida de siete bebés en mayo.
