Chris Wright, nominado por Trump como secretario de Energía de EE.UU.

El jefe de Liberty Energy promete “dominio energético” para Estados Unidos, en medio de su escepticismo sobre el cambio climático.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la nominación de Chris Wright, director de Liberty Energy y destacado donante republicano, como su próximo secretario de Energía. La designación apunta a fortalecer el “dominio energético” del país, según el comunicado emitido por Trump, quien busca consolidar la industria de combustibles fósiles como un pilar de su estrategia económica y geopolítica.

Con sede en Denver, Colorado, Liberty Energy es uno de los principales actores en el sector petrolero, y Wright ha sido un defensor abierto de los combustibles fósiles, cuestionando la viabilidad de la transición hacia energías limpias. En declaraciones anteriores, Wright ha expresado dudas sobre el cambio climático y ha argumentado que el petróleo y el gas son “fundamentales” para la sociedad moderna.

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El comunicado del futuro presidente destacó que Wright liderará un nuevo Consejo Nacional de Energía, que integrará a múltiples agencias gubernamentales para coordinar esfuerzos en producción, regulación, transporte y permisos energéticos. Este consejo busca maximizar las inversiones privadas en el sector, reducir la inflación y competir con China en tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial.

Sin embargo, la confirmación de Wright como secretario de Energía dependerá de la aprobación del Senado, donde el Partido Republicano cuenta con una ligera mayoría de 53 escaños sobre 100.

Desde su victoria electoral el pasado 5 de noviembre, Trump ha configurado su gabinete con figuras polémicas que comparten su visión política, enfatizando la lealtad a su administración y un enfoque agresivo en temas como migración y energía.

La nominación de Wright ha generado críticas de sectores ambientalistas, quienes ven su designación como un retroceso en los esfuerzos contra el cambio climático, mientras que líderes republicanos la celebran como un paso hacia la independencia energética de Estados Unidos.