Tragedia en Cordillera de los Alpes expone fallas en movilidad; críticas al Plan Maestro de Movilidad Ciclista

La falta de seguridad vial y proyectos incompletos de movilidad evidencian carencias que se arrastran desde anteriores administraciones en San Luis Potosí

La reciente muerte de una mujer de 70 años en Cordillera de los Alpes ha destapado un fuerte debate sobre la política de movilidad de San Luis Potosí. Aunque el alcalde Enrique Galindo ha presentado el Plan Maestro de Movilidad Ciclista como una solución para dar seguridad a ciclistas y peatones, varios ciudadanos y especialistas lo consideran insuficiente y mal estructurado. José Manuel Martínez Guiza, vecino de la capital y activista, opina que este tipo de proyectos “siempre fracasan, y este nació fracasado desde 2019”.

En la zona de Cordillera de los Alpes, donde peatones deben correr para cruzar de forma segura, la falta de semáforos y infraestructura adecuada para proteger a quienes circulan a pie o en bicicleta continúa siendo un riesgo. Aunque el alcalde anunció la construcción de un puente peatonal con elevador para adultos mayores, no hay fecha definida para su finalización, y, mientras tanto, el riesgo sigue latente.

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CRÍTICAS AL PLAN DE MOVILIDAD

Además de la tragedia, el plan de ciclovías en avenidas principales, como Venustiano Carranza, ha generado críticas sobre su utilidad y diseño. A pesar de la reciente modificación que trasladará la ciclovía al centro de la avenida para preservar 300 espacios de estacionamiento, algunos vecinos y activistas consideran que el cambio es solo una “modificación de la porquería que empezó Xavier Nava. Esta decisión, según sus detractores, no fomenta la seguridad de ciclistas y representa un retroceso en la creación de espacios exclusivos para ellos.

Los críticos señalan que la ciclovía de Carranza es solo la punta del iceberg de un plan de movilidad que incluye proyectos en otras áreas conflictivas, como el centro histórico, la Alameda, Morales, Chapultepec e Himalaya. También se cuestiona la falta de estudios rigurosos para sustentar el plan, así como el uso de recursos que consideran injustificados. “Lo bueno es que por Carranza no circulan más de seis ciclistas por hora algunas horas al día. Lo malo es que nuevamente se van a embolsar millones el alcalde y su pandilla, igual que en 2019”, expresó el activista.

El proyecto de ciclovías en San Luis Potosí tiene antecedentes de intentos fallidos, desde la administración de Xavier Nava. En 2019, se inició un programa de ciclovías y bicicletas de renta que terminó siendo abandonado y sin explicaciones claras sobre el destino de los fondos invertidos. Esta percepción ha alimentado la desconfianza hacia el nuevo plan, presentado por Galindo. Claudio Aldrete, del Consejo Ciudadano de Movilidad, advirtió que “una cosa es presentar su Plan Maestro de Movilidad Ciclista, otra es ejecutarlo, y otra muy diferente es que sea exitoso”.

Para los críticos, la administración actual no muestra voluntad de priorizar la seguridad vial ni de hacer los ajustes necesarios para crear una infraestructura ciclista funcional. Vecinos y activistas exigen un enfoque serio, sin titubeos, que no solo recupere la inversión sino que, sobre todo, logre resultados concretos y proporcione seguridad. Hasta ahora, señalan, el plan ha sido una suma de promesas incumplidas.

Con la presión para implementar cambios antes de que ocurran más tragedias, los habitantes de San Luis Potosí piden que se tomen medidas inmediatas, como la instalación de semáforos en áreas de alto riesgo y el diseño de rutas ciclistas realmente seguras y funcionales. Con el antecedente de proyectos anteriores que no lograron concretarse, los vecinos temen que este plan de movilidad repita errores del pasado, dejando como saldo una ciudad donde el riesgo de accidentes continúa en aumento y donde el presupuesto invertido se va sin resultados claros.

En este contexto, la administración de Galindo se enfrenta a un creciente escepticismo. Los habitantes esperan un cambio real en la política de movilidad y que este plan no quede, como afirman algunos activistas, “como un proyecto de maqueta que nunca logra su objetivo de hacer segura la ciudad para todos sus habitantes”.