Tomás Cruz Perales calificó a diputados que lo avalaron como “promotores de la muerte”
Como promotores de la cultura de la muerte, ha catálogo la Iglesia Católica, a las y los 20 diputados del Congreso del Estado que, votaron a favor de la despenalización del aborto y, analiza los alcances jurídicos para impugnar la reforma, pero en caso de no poder hacerlo, se dará acompañamiento a los laicos que así lo hagan.
Así lo señaló el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Tomás Cruz Perales, quien criticó que las y los legisladores potosinos no representan a la sociedad, pues nunca consultaron el tema y solamente obedecen a las élites del poder que los postularon para una curul en el Congreso.
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“Hay la cultura de la muerte y hay muchas gentes e ideologías que son parte de esta cultura y ahí están inmersos sin duda (las y los 20 legisladores del PVEM, Morena, PT, PRI y Movimiento Ciudadano que votaron a favor de la despenalización del aborto) aunque no con convicción porque al final de cuentas tienen que seguir línea”, declaró.
A pregunta expresa de si excomulgaran a las mujeres que aborten, Cruz Perales puntualizó que, no juzgarán, pero pidió que se respete la objeción de conciencia por parte de doctoras y doctores que se nieguen a hacerlo y adelantó que darán acompañamiento a quienes soliciten “la reconciliación consigo mismos sobre lo que queda después de practicar el aborto”.
Reconoció que, ya hay sectores de la sociedad que son provida y que ya trabajan amparos en contra de la reforma pro aborto que aprobó el Congreso del Estado, tema al que la Iglesia Católica acompañará.
“No sé si la Iglesia tenga está facultad de promover el amparo, en cuanto a lo que nos toca será acompañar y promover instituciones laicales que tengan esta perspectiva y que estén legalmente constituidas para eso”, aseveró.
El vocero de la Iglesia Católica en San Luis Potosí condenó que en tiempos donde hay indignación ante la violencia, la discriminación las guerras, resulta paradójico e incongruente que el Congreso acepte eliminar a un ser humano “impunemente sólo porque no ha cumplido todavía los tres meses de su primera etapa de desarrollo”.