Un ataque premeditado en una ola de violencia que sacude la región
La noche del sábado, Simón Malpica Hernández, exsecretario de Seguridad Pública de Mazatlán, fue asesinado a balazos en las afueras de su domicilio. Según los primeros informes, el exfuncionario fue emboscado por sujetos armados que se desplazaban en varios vehículos. Los atacantes dispararon en repetidas ocasiones, dejándolo gravemente herido y huyendo del lugar sin ser identificados.
Malpica Hernández fue trasladado de inmediato al hospital a bordo de una patrulla, pero al arribar, los médicos solo pudieron confirmar su deceso. La Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado las investigaciones pertinentes y, según declaraciones preliminares, se reporta que el exfuncionario recibió al menos 12 impactos de bala, mientras que uno de sus escoltas resultó herido en el ataque.
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El asesinato de Malpica Hernández, quien ocupó el cargo de secretario de Seguridad Pública de Mazatlán en la pasada administración, resalta en un contexto de intensificación de violencia en la región, especialmente en torno a figuras que han estado vinculadas con el combate a la delincuencia organizada. La FGE mantiene abiertas varias líneas de investigación, y, hasta ahora, se desconoce el móvil exacto del ataque o si podría estar relacionado con su anterior rol en la seguridad pública.
Este ataque no solo subraya los riesgos a los que están expuestos los funcionarios y exfuncionarios de seguridad, sino que también plantea cuestionamientos en torno a la capacidad del estado para proteger a aquellos que han servido en posiciones clave en la lucha contra la criminalidad. La comunidad de Mazatlán, conmocionada por el crimen, espera respuestas que esclarezcan los motivos de este atentado y, con ello, obtener indicios sobre el rumbo de la seguridad en el estado.
