Carlos III retira la subvención y la seguridad de Royal Lodge, lo que obliga al duque a buscar nuevas fuentes de financiación tras el escándalo por su vinculación con Jeffrey Epstein.
El rey Carlos III del Reino Unido ha tomado la decisión de suspender la asignación financiera que hasta ahora proporcionaba a su hermano Andrés, duque de York. Esta medida ha sido revelada por el autor Robert Hardman en un libro que se publicará este mes, lo que ha generado gran atención en los medios británicos.
Según los informes, la decisión del monarca no solo afecta la subvención económica, sino que también implica la retirada de la seguridad en Royal Lodge, la residencia del duque situada en los terrenos del castillo de Windsor. Este lujoso edificio de 30 habitaciones, que data del siglo XIX, ahora dependerá de Andrés para su mantenimiento y seguridad.
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El palacio de Buckingham, que es la residencia oficial de la familia real británica, no ha emitido comentarios sobre el contenido del libro de Hardman. Sin embargo, se ha confirmado que los responsables de las finanzas reales han recibido instrucciones claras para finalizar la asignación a Andrés, quien ha estado apartado de las funciones monárquicas desde el escándalo relacionado con su amistad con Jeffrey Epstein.
La situación de Andrés se volvió más complicada tras una polémica entrevista que concedió a la BBC en 2019, donde intentó distanciarse de Epstein, quien se suicidó en prisión mientras enfrentaba acusaciones de explotación sexual de menores. Las imágenes del duque en la casa de Epstein en Nueva York generaron un escándalo que marcó su reputación y lo alejó aún más de la familia real.
La publicación de “Carlos III: nuevo rey. Nueva corte. La historia desde dentro”, que saldrá a la venta el 7 de noviembre, promete ofrecer más detalles sobre esta y otras decisiones del nuevo monarca, que ha comenzado su reinado con importantes cambios en la estructura financiera de la familia real. La situación de Andrés, al no contar con el respaldo económico de su hermano, plantea interrogantes sobre su futuro y su lugar dentro de la familia real británica.