Los daños causados por la fuerte tormenta repentina en Valencia han dejado al menos 200 personas sin vida y muchas más desaparecidas
El número de muertos por las inundaciones en España ascendió este viernes a al menos 205, y se cree que muchas más personas están desaparecidas, mientras que la conmoción inicial dio paso a la ira, la frustración y una ola de solidaridad.
Las autoridades de emergencia españolas indicaron que 202 de las víctimas se encontraban en la región oriental de Valencia, y los funcionarios advirtieron que se esperan más lluvias en los próximos días.
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Los daños causados por la tormenta del martes y miércoles recordaron las secuelas de un tsunami, y los sobrevivientes recogían escombros mientras lloraban a sus seres queridos perdidos en el desastre natural más mortal que se recuerda en España. Muchas calles aún estaban bloqueadas por vehículos amontonados y escombros, en algunos casos atrapando a los residentes en sus hogares. Algunos lugares todavía no tienen electricidad, agua corriente ni conexiones telefónicas estables.
Hasta ahora, se han recuperado 205 cuerpos — 202 en Valencia, dos en la vecina Castilla La Mancha y uno en Andalucía en el sur. Miembros de las fuerzas de seguridad y 1.700 soldados de la unidad de emergencia están buscando a un número desconocido de personas desaparecidas. Los funcionarios temen que se puedan encontrar más cuerpos en vehículos destrozados y garajes inundados.
La Guardia Civil ha rescatado a más de 4 mil 500 personas atrapadas por las inundaciones, dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una conferencia de prensa desde Valencia.
Las autoridades regionales, que están a cargo de la respuesta a la tragedia, pidieron al gobierno central que movilice 500 soldados adicionales, que serán desplegados el sábado.
Juan Vicente Pérez, residente en Chiva, dijo a The Associated Press en declaraciones cerca del lugar donde antes estaba su casa que si hubiera esperado cinco minutos más antes de evacuar, habría muerto.
La tragedia ha desatado una ola de solidaridad en todo el país. Durante la mañana, cientos de residentes han llegado a pie a las áreas más afectadas, llevando agua, productos esenciales, palas y escobas para ayudar a remover el lodo. El número de personas que vienen a ayudar es tan alto que las autoridades les han pedido que no conduzcan ni caminen hasta allí, porque están bloqueando las carreteras necesarias para los servicios de emergencia.
“Es imperativo que vuelvan a sus casas”, dijo el presidente regional Carlos Mazón, quien agradeció a los voluntarios por su buena voluntad.