Un informe de la Comisión de Protección de Menores sugiere mayor capacitación, mejores controles y comunicación activa con víctimas para enfrentar los abusos en México.
En un esfuerzo por fortalecer la lucha contra los abusos en la iglesia, el Vaticano emitió recomendaciones clave para la iglesia mexicana, incluyendo una mayor formación contra abusos, verificación estricta de procedimientos y una comunicación activa con las víctimas. Estas sugerencias forman parte del primer informe de la Comisión de Protección de Menores, presentado tras la visita ad limina de la Conferencia Episcopal Mexicana en 2023.
El informe, elaborado por petición del Papa Francisco, presenta un análisis de las políticas y procedimientos de tutela en la iglesia en 20 países. Durante los encuentros realizados en abril, mayo y junio, la Comisión formuló un cuestionario a los obispos mexicanos, obteniendo un 20% de respuestas. El informe destaca varios desafíos, especialmente las barreras culturales en México que complican la denuncia de abusos y el proceso de justicia.
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Uno de los aspectos críticos señalados es la “complejidad en la relación con las autoridades civiles” y las diferencias en leyes y recursos entre estados. Esto ha dificultado la confianza entre la iglesia y el sistema judicial, observándose una tendencia a presentar denuncias ante autoridades eclesiásticas en lugar de civiles.
La Comisión enfatiza la urgencia de implementar mecanismos de verificación en la infraestructura de protección diocesana y de agilizar los procedimientos, especialmente en casos que involucran a obispos en presuntos delitos. Asimismo, señala la importancia de incrementar la financiación para la formación y el acompañamiento de víctimas, además de responder al interés en temas de tutela manifestado por fieles laicos.
Entre las recomendaciones específicas destacan:
- Acceso a formación continua para agentes pastorales: La Comisión recomienda establecer requisitos formales que aseguren el acceso continuo a capacitaciones en tutela.
- Relaciones estables con autoridades civiles: Fortalecer los vínculos con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y otras instancias.
- Desarrollo de protocolos de verificación y control: Crear mecanismos de verificación a nivel diocesano y utilizar herramientas de monitoreo proporcionadas por la Comisión.
- Establecer un “enlace activo” con víctimas: Proveer un protocolo de comunicación para una atención más cercana y eficiente.
El Vaticano reafirmó su compromiso de ofrecer apoyo directo en México para la implementación de estas medidas. La iglesia mexicana, con un Consejo Nacional para la Protección, enfrenta el desafío de optimizar sus mecanismos de protección y garantizar un acompañamiento efectivo para las víctimas a nivel diocesano.
