La violencia en el estado se mantiene a siete semanas de que estallara la pugna entre Los Chapitos y La Mayiza
Durante la noche del 27 de octubre, habitantes y turistas de Mazatlán, Sinaloa, vivieron momentos de pánico por una serie de balaceras que, según datos oficiales, provocaron la muerte de al menos una persona.
En un primer momento, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) recibió el reporte de que un hombre había sido privado de su libertad por sujetos que portaban armas de grueso calibre y se desplazaban en un vehículo por la colonia Libertad.
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Más tarde, llegaron a la línea de emergencias 911 múltiples alertas por detonaciones de arma de fuego en colonias como El Venadillo, Fraccionamiento Real Pacífico y zonas aledañas.
En las calles del Fraccionamiento Real del Valle, las autoridades confirmaron el hallazgo de una persona sin vida, cuya identidad aún está pendiente de confirmar. El cuerpo quedó al interior de una camioneta blindada, color blanco, con placas del estado de Puebla.
Imágenes captadas por habitantes y medios locales permitieron ver que el vehículo fue alcanzado por decenas de balas, mismas que causaron severas afectaciones en toda la carrocería. A un lado de dicha unidad fue localizado otro automóvil con graves daños, provocados también por la lluvia de proyectiles. En el sitio, agentes de seguridad encontraron un arma de fuego, varios casquillos, un cargador y un celular.
De igual manera, la SSP confirmó el ingreso de un chofer de taxi a un hospital de Mazatlán en calidad de lesionado. Tras una primera entrevista con oficiales, el conductor dijo que estaba trabajando en la zona del Fraccionamiento Real del Valle y, en un momento, resultó herido en medio de la balacera, por lo que se trasladó por sus propios medios a una clínica para recibir atención médica.
El ataque armado registrado sobre el Libramiento Óscar Pérez Escobosa desató el terror entre las y los ciudadanos, quienes tuvieron que buscar refugio en sus hogares e incluso en supermercados.
