La más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Urbana, reveló que el 68.5 por ciento de los habitantes de San Luis Potosí perciben su municipio como inseguro
La más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) correspondiente al tercer trimestre de 2024 reveló que el 68.5 por ciento de los habitantes de San Luis Potosí perciben su municipio como inseguro.
Esta cifra refleja un panorama alarmante de creciente inseguridad que contrasta con las declaraciones del alcalde Enrique Galindo, quien se ha resistido a reconocer la gravedad de la situación, atribuyendo las críticas a “campañas negras” que, según él, buscan empañar su gestión.
A pesar del creciente malestar entre los ciudadanos, Galindo ha optado por desviar la atención de los problemas de seguridad, evitando asumir la responsabilidad de lo que muchos consideran una crisis.
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En lugar de actuar, el edil ha mantenido en su cargo al director de Seguridad Pública, Juan Antonio Villa, cuya gestión ha sido ampliamente cuestionada. Villa se ha enfocado en operativos de detención de automovilistas en estado de ebriedad, lo que ha sido percibido como una estrategia más recaudatoria que orientada a resolver los verdaderos problemas de seguridad. El clima de inseguridad en la capital potosina no solo está reflejado en las estadísticas, sino también en la creciente sensación de desprotección entre los habitantes, quienes viven con temor a ser víctimas de la delincuencia.
A pesar de esto, el alcalde Galindo ha minimizado el tema en repetidas ocasiones, lo que ha mermado su credibilidad ante la población que exige soluciones reales a la creciente ola de delitos.
En este contexto, la ciudadanía sigue esperando que la administración local implemente estrategias efectivas para combatir la inseguridad, mientras que la negativa del alcalde a reconocer la magnitud del problema plantea serias dudas sobre su capacidad para garantizar la seguridad de los potosinos.
