El Papa Francisco condena los ataques en Palestina, subraya el sufrimiento en conflictos globales y critica la industria armamentista en su audiencia general.
En su audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco hizo un llamado urgente por la paz en medio de conflictos globales, señalando que “Palestina está sufriendo ataques inhumanos”. Ante miles de fieles reunidos en la Plaza San Pedro, el pontífice instó a no olvidar las crisis que asolan a diversas naciones, incluyendo Myanmar y Ucrania.
“Palestina está sufriendo ataques inhumanos”, enfatizó Francisco, añadiendo que no se debe olvidar la situación en Israel y en todas las naciones que están en guerra. Este llamado se produce en un contexto de creciente violencia en el conflicto israelo-palestino, que ha dejado un alto número de víctimas y un sufrimiento profundo entre la población civil.
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Francisco también expresó su preocupación por la guerra en Ucrania, destacando que ha recibido información alarmante sobre el número elevado de muertos en este conflicto. “Es terrible, la guerra no perdona, la guerra es una derrota desde el inicio”, reflexionó el Papa, subrayando el costo humano de estos enfrentamientos.
El Papa denunció la industria armamentista, afirmando que “las inversiones que hoy dan más beneficios están en las fábricas de armas”, y calificando esta situación como “ganar dinero con la muerte”. Su comentario resuena con la crítica que ha realizado en otras ocasiones sobre cómo el conflicto y la producción de armamento son priorizados sobre la paz y el bienestar de las personas.
Cada semana, Francisco reitera su llamado al fin de las guerras y, durante su homilía del pasado domingo, se refirió a Palestina como una “martirizada” nación, utilizando este adjetivo por primera vez para describir la situación en los territorios palestinos. Este énfasis refleja su creciente preocupación por el sufrimiento en la región y su deseo de que la comunidad internacional tome medidas para abordar la crisis.
En su audiencia de hoy, el Papa también saludó a fieles cristianos provenientes del Líbano, un país que ha enfrentado recientemente una intensa ofensiva israelí, que ha impactado no solo a la población palestina, sino también a comunidades cristianas en el país árabe. Su reconocimiento de la situación en el Líbano subraya su compromiso con todos los pueblos que sufren a causa de la guerra y la violencia.
A medida que los conflictos globales continúan, el Papa Francisco reafirma su papel como defensor de la paz y la justicia, llamando a la humanidad a unirse en la búsqueda de soluciones pacíficas y a recordar el sufrimiento de aquellos atrapados en medio de la guerra. Su mensaje resuena no solo entre los católicos, sino también entre aquellos que abogan por un mundo más pacífico y compasivo.
