A dos semanas de las elecciones, la campaña de Kamala Harris despliega su estrategia en Wisconsin y Michigan con el apoyo del exmandatario Barack Obama, en un intento por consolidar el apoyo demócrata en estos estados clave.
La campaña presidencial de Kamala Harris ha dado un gran impulso esta semana al enviar al expresidente Barack Obama a Wisconsin y Michigan, dos estados críticos en el llamado ‘muro azul’, fundamentales para determinar el resultado de las elecciones del 5 de noviembre. Este movimiento estratégico busca reactivar el apoyo demócrata en una contienda que se presenta reñida, especialmente tras los desafíos que enfrentaron en 2016.
Obama, quien cimentó sus victorias en estos estados durante las elecciones de 2008 y 2012, se ha convertido en una figura central para movilizar a la base demócrata. En un mitin masivo en Madison, Wisconsin, donde el candidato a vicepresidente, Tim Walz, actuó como telonero, Obama dedicó su discurso a criticar las políticas del actual presidente, Donald Trump.
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“Si cuestionas los planes, Trump recurrirá a una única respuesta: culpar a los inmigrantes. Quiere que creas que, si le dejas detener a quien él quiera y deportarlos, todos tus problemas se resolverán”, afirmó Obama, enfatizando la narrativa de la campaña de Harris.
Apoyo de celebridades y estrategia de movilización
El evento en Madison también contó con la participación del actor Bradley Whitford, conocido por su papel en la serie ‘The West Wing’, quien animó a la audiencia a movilizarse. La campaña de Harris está claramente diseñada para atraer a los votantes urbanos, un segmento clave que necesita revitalizar, especialmente ante la competencia creciente de Trump en ciertos grupos demográficos, incluidos los hombres afroamericanos.
Tras su aparición en Wisconsin, Obama tiene programado un segundo acto en Detroit, Michigan, donde se espera que sea presentado por el rapero Eminem, originario de la ciudad. Esta alineación no solo busca atraer a votantes jóvenes y de diversas comunidades, sino también apelar a la conexión cultural y emocional que Obama y Eminem tienen con estos electores.
Desafíos de la campaña y comparaciones con Biden
La campaña de Harris se enfrenta a la difícil tarea de movilizar a sus votantes en un clima electoral que ha sido marcado por la polarización. La participación de Obama es un intento de conectar con el legado de su presidencia y con los logros alcanzados bajo su administración, contrastando con la retórica de Trump, que ha resonado con ciertos sectores de la población.
En un evento paralelo, el presidente Joe Biden también está activamente involucrado en la campaña. El mandatario se presentó en un mitin en Nuevo Hampshire junto al senador Bernie Sanders, donde enfatizó los avances en la reducción de costos de medicamentos, un tema crucial para los votantes en esta elección.
Los precios de los medicamentos y el costo de vida en general se han convertido en puntos focales para los electores, y ambos candidatos están utilizando estas preocupaciones como una plataforma para movilizar a sus bases antes del crucial día de las elecciones. Las encuestas indican que la contienda entre Harris y Trump será reñida, lo que hace que cada evento y cada discurso cuenten en esta carrera electoral.