En un mitin en Carolina del Norte, Donald Trump anunció su intención de solicitar la pena de muerte para migrantes convictos por asesinar a ciudadanos estadounidenses, intensificando su retórica antiinmigrante en un momento clave de la campaña electoral.
Durante un discurso ante una multitud en Greensboro, el expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, propuso establecer la pena de muerte para cualquier migrante convicto de asesinar a un ciudadano estadounidense o a un agente de las fuerzas del orden. Esta declaración representa una de las propuestas más extremas en su continua retórica antiinmigrante, alineándose con su enfoque de endurecimiento de las políticas migratorias.
“Tenemos que hacerlo… estoy pidiendo la pena de muerte para cualquier migrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de las fuerzas del orden… el Congreso lo va a aprobar”, afirmó Trump, quien está realizando una serie de visitas a los estados clave que definirán la próxima contienda presidencial. Carolina del Norte, con 16 votos electorales, es uno de esos estados en disputa donde las encuestas muestran una carrera muy reñida entre Trump y la vicepresidenta Kamala Harris.
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Retórica Anti-Inmigrante y Temas Clave en la Campaña
A pesar de que se esperaba que Trump centrara su discurso en los esfuerzos de recuperación tras el devastador paso del huracán Helene, que dejó más de 230 muertos en Carolina del Norte el mes pasado, optó por repetir su retórica antiinmigrante a lo largo de casi dos horas de discurso. Subrayó que la inmigración es el tema que más preocupa a los estadounidenses, incluso por encima de la economía, aunque datos recientes de encuestas, como la realizada por Gallup, contradicen esta afirmación, situando la inmigración en la quinta posición de preocupación entre los votantes.
“Creo que la inmigración es el número uno, es el primero, y el segundo es la economía, y el tercero es la inflación… creo que la frontera es la mayor amenaza para este país”, insistió Trump, mientras atacaba a su rival Harris, a quien acusó de tener “las fronteras abiertas”.
Sin embargo, las cifras muestran que las restricciones al asilo impuestas por el gobierno de Joe Biden desde junio han contribuido a reducir los arrestos en la frontera suroeste a niveles inferiores a los de 2020, el último año de la administración de Trump.
Promesas de deportaciones masivas y ataques a Kamala Harris
Trump también prometió deportaciones masivas y un castigo de 10 años para aquellos que regresen a Estados Unidos después de haber sido expulsados. Resaltó el apoyo de los trabajadores de la Patrulla Fronteriza, afirmando que enfrenta una crisis en la frontera sur, donde, según él, ingresan traficantes de drogas, violadores y delincuentes.
En su discurso, Trump no escatimó en insultos hacia Harris, reiterando que no necesita “otra persona con bajo coeficiente intelectual” en la Casa Blanca. Esta crítica fue una referencia a su alegato de la mañana en Miami, donde nuevamente cuestionó la capacidad de la vicepresidenta y la acusó de no estar activa en la campaña, a pesar de que el expresidente Barack Obama estaba realizando actos de campaña a favor de Harris en Wisconsin y Detroit, junto al rapero Eminem.
A medida que la contienda electoral se intensifica, la retórica de Trump y sus propuestas extremas podrían tener un impacto significativo en la movilización de sus votantes y en la dinámica de la campaña presidencial.
