Trump como ‘trabajador’ de McDonald’s desacredita a Harris

Kamala Harris ha afirmado que en el verano de 1983, cuando era estudiante, trabajó en un McDonald’s

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se presentó el domingo en un restaurante de comida rápida McDonald’s de Pensilvania, interpretando el papel de un empleado, en una operación destinada a denunciar lo que calificó como una mentira de Kamala Harris, su rival en las elecciones.

Trump protegió su camisa blanca y su corbata con un delantal. Luego de que le explicaran cómo se preparan las papas fritas, se puso manos a la obra: las frió, las saló abundantemente y las colocó en bolsitas.

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Donald Trump cocinando papas en un McDonald’s. (AFP)
Conocido por su afición a las hamburguesas y la comida rápida, el septuagenario político se dirigió entonces al mostrador. “Regalo de Trump”, le dijo a una familia que esperaba ser atendida en un restaurante de Feasterville, cerca de Filadelfia.

La mofa a Harris

Con esto ya trabajé 15 minutos más que Kamala, que jamás ha trabajado aquí”, comentó al cabo de un cuarto de hora.

Kamala Harris ha afirmado que en el verano de 1983, cuando era estudiante, trabajó en un McDonald’s, alternando entre la caja, la freidora y la máquina de helados en un restaurante de Alameda, cerca de Oakland, California.

Trump sostiene que se trata de una mentira de la candidata demócrata, aunque sin aportar pruebas de ello. Tampoco el equipo campaña de la vicepresidenta ha probado la veracidad de la versión de Harris.

El trabajo ocasional en un restaurante de comida rápida es, de hecho, una realidad con la que millones de estadounidenses pueden identificarse.

Harris se alinea con los sindicatos; Trump promete “éxodo masivo” de empleos de México

Kamala Harris defendió a los sindicatos y Donald Trump prometió “un éxodo masivo de empleos manufactureros de México” gracias a la imposición de aranceles, durante mítines este viernes en el estado industrial de Míchigan.

Más de 10 millones de estadunidenses ya han votado para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, de los cuales más de tres millones en unos siete estados clave que podrían decidir los resultados de los comicios, según la Universidad de Florida.

La edad, un tema de campaña por sí solo cuando el presidente Joe Biden era el candidato demócrata, hasta que pasó el testigo a Harris, vuelve a acaparar el interés.

Si uno está agotado durante la campaña electoral ¿está en condiciones para el trabajo más difícil del mundo?”, se preguntó la vicepresidenta, de 59 años, sobre Trump, de 78, después de que la prensa publicara que el magnate ha cancelado varias entrevistas.

Un aguijonazo para el expresidente republicano, que negó a los periodistas que haya cancelado actos y tachó a su rival de “perdedora” que “no tiene la energía de un conejo”.

En Míchigan, base de las “tres grandes” fábricas de automóviles (Ford, General Motors y Chrysler), Harris salió en defensa de los sindicatos porque aportan “dignidad”.

Promesas de Harris

Prometió reequipar las fábricas, contratar localmente y trabajar “con los sindicatos para crear empleos bien remunerados, incluidos empleos que no requieran un título universitario”.

Nunca les diré qué tipo de automóvil deben conducir”, añadió para diferenciarse de Trump, quien defiende a ultranza los coches de gasolina, aunque desde que Elon Musk, el propietario de Tesla, se sumó a su campaña parece suavizar su oposición sobre los autos eléctricos.

“No se equivoquen, Donald Trump no es amigo de los obreros”, advirtió Harris a un público que le cantó cumpleaños feliz dos días antes de que cumpla 60 años.

En Detroit, antiguo bastión de la industria automovilística, Trump explicó que impondrá “aranceles gigantescos, 100 por ciento y, si eso no funciona” del “200%” con el fin de impedir que las compañías fabriquen coches en el extranjero para luego venderlos en Estados Unidos.

Voten por Trump y verán un éxodo masivo de empleos manufactureros de México a Míchigan, de Shanghái a Sterling Heights (una ciudad de Míchigan), y de Pekín a aquí mismo en Detroit y otras ciudades en todo Estados Unidos”, les dijo.

Si construyen las plantas en Estados Unidos será “completamente diferente”, matizó.

La palabra arancel “es más hermosa que amor”, dijo durante una mesa redonda.

Lo repitió en un mitin, pero el micrófono le jugó una mala pasada y no pudo terminar la frase.

“No voy a pagar la factura”, bromeó cuando volvió el sonido al cabo de un buen rato.

El magnate presumió de haber conseguido el respaldo de parte de los sindicatos, según él, gracias a sus políticas favorables a los trabajadores. Los expertos las tachan de proteccionistas.

“Trabajando con Elon Musk, ahorraremos billones de dólares en gastos gubernamentales. Es muy bueno en eso”, opinó del hombre más rico del mundo. Y “el mundo entero será testigo del resurgimiento de Míchigan”..