La noche del viernes, el cielo se vio invadido por una estela de luz que logró ser captada por distintos pobladores quienes quedaron admirados por su belleza
El cielo se encuentra lleno de espectáculos que pocas veces somos capaces de ver, pues sólo las personas más observadoras son capaces de notar los detalles del manto celeste. En esta ocasión, el cielo nocturno de San Luis Potosí ofreció un espectáculo deslumbrante la noche del pasado viernes 18 de octubre, cuando las y los habitantes de las zonas de Matlapa y Tamazunchale reportaron el avistamiento de meteoritos.
Para sorpresa de muchas personas, la Coordinación Estatal de Protección Civil del estado confirmó que se trataba de las Oriónidas, una de las lluvias de meteoritos más esperadas y espectaculares del año. Este fenómeno natural captó la atención de diversas comunidades en la región, incluyendo a Santiago, Taman y Tlacuilola, donde, además de observarse, también se escucharon ruidos fuertes, similares a explosiones.
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Algunos vecinos de la comunidad de Santiago reportaron que el cielo se iluminó de manera espectacular, mientras que en localidades como Taman y Tlacuilola, testigos afirmaron haber escuchado fuertes ruidos. Estos sonidos son comunes durante eventos de meteoritos brillantes, ya que los fragmentos, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre a gran velocidad, generan ondas de choque que pueden percibirse como explosiones. Aunque estos sonidos pueden resultar impresionantes, forman parte del proceso natural de desintegración de los meteoritos al entrar en la atmósfera.
Caen meteoritos en San Luis Potosí
Fue así como el avistamiento en Matlapa y Tamazunchale se dio gracias a unas condiciones climáticas excepcionales, ya que el cielo estaba completamente despejado, lo que permitió que las y los habitantes disfrutaran de una vista sin obstáculos de este evento celeste. De acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil de San Luis Potosí, los meteoros fueron observados con claridad, lo que permitió a varias comunidades tener una experiencia directa con este fenómeno astronómico.
De acuerdo con expertos en la NASA, este fenómeno es denominado como “Oriónidas“, una lluvia de meteoritos que tiene lugar anualmente, alcanzando su pico durante el mes de octubre y se origina a partir de los restos dejados por el famoso cometa Halley. Cada año, cuando la Tierra pasa a través de la corriente de escombros dejados por este cometa, los fragmentos pequeños entran a la atmósfera terrestre, desintegrándose a gran velocidad y creando así la lluvia de meteoros. Así, las Oriónidas son conocidas por su rapidez y brillo, con meteoros que pueden viajar a velocidades de hasta 66 kilómetros por segundo.
La NASA ha calificado las Oriónidas como una de las lluvias de meteoros más hermosas debido a la intensidad de sus destellos y a la forma en que se despliegan en el cielo nocturno. Además, estas estrellas fugaces se ven realzadas por el telón de fondo que proporcionan algunas de las estrellas más brillantes del firmamento, como Betelgeuse y Rigel, que forman parte de la constelación de Orión, de la cual las Oriónidas toman su nombre.
Si bien el avistamiento de las Oriónidas en San Luis Potosí es un evento notable, este fenómeno se ha registrado en todo el mundo durante su pico anual. Desde los observatorios más avanzados de la NASA hasta las zonas rurales más remotas, la lluvia de meteoros es una oportunidad para que millones de personas aprecien la majestuosidad del cosmos
Por su parte, la agencia espacial estadounidense ha proporcionado guías detalladas para observar las Oriónidas, destacando la importancia de buscar áreas alejadas de la contaminación lumínica. Los meteoros Oriónidas tienden a ser más visibles en zonas rurales y abiertas, donde la oscuridad permite apreciar mejor el brillo y la velocidad de estos fragmentos cósmicos. Además, la NASA señala que no se necesita ningún equipo especial para disfrutar de este espectáculo, aunque recomienda a los observadores ser pacientes, ya que la frecuencia de los meteoros puede variar.
El 2024 ha estado lleno de eventos celestiales
De acuerdo con expertos, la aparición de las Oriónidas en octubre marca uno de los últimos grandes eventos astronómicos del 2024, un año que ha estado lleno de fenómenos importantes. Uno de los momentos más esperados ocurrió el 8 de abril, cuando se produjo un eclipse solar total que fue visible en gran parte de México y América del Norte; este eclipse atrajo a millones de personas que, con equipo especializado o con filtros solares, pudieron observar cómo la Luna bloqueaba completamente al Sol, ofreciendo un espectáculo inolvidable para las y los observadores.
Los eclipses solares totales, al igual que las lluvias de meteoros, son fenómenos que fascinan a la humanidad desde tiempos antiguos. Culturas ancestrales de todo el mundo interpretaban estos eventos celestiales como señales de los dioses o como eventos de gran importancia espiritual y astrológica; hoy en día, gracias a los avances en la astronomía y la tecnología, podemos predecir con gran precisión cuándo y dónde tendrán lugar estos eventos, lo que permite a las y los científicos estudiarlos más a fondo y a los ciudadanos planear su observación.
ya que este año, se espera que las Oriónidas sean visibles tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur durante las madrugadas del 20 y 21 de octubre, con la mayor cantidad de meteoros observables en las horas cercanas al amanecer.
Más allá del espectáculo visual, las lluvias de meteoros como las Oriónidas tienen un profundo impacto en la cultura y la ciencia, pues históricamente, los meteoros han sido interpretados como presagios o señales divinas. Muchas culturas antiguas veían en las estrellas fugaces un símbolo de cambio o de la intervención de fuerzas sobrenaturales; pero hoy en día, comprendemos que estos eventos son parte del ciclo natural de nuestro sistema solar y una manifestación visible de los restos de cometas que han pasado cerca de la Tierra.
Desde un punto de vista científico, las lluvias de meteoros ofrecen una valiosa oportunidad para estudiar los componentes de los cometas y la interacción entre estos fragmentos y la atmósfera terrestre. Al analizar los meteoros, las y los científicos pueden obtener información sobre la composición del sistema solar temprano y sobre cómo estos cuerpos han evolucionado con el tiempo.
En cuanto a las Oriónidas, aunque su máximo punto de actividad ya ha pasado, los habitantes de San Luis Potosí y otras partes del mundo aún pueden esperar ver algunos meteoros en las próximas noches, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. Con cielos despejados y un poco de paciencia, es posible que los observadores sigan disfrutando de la magia del cosmos y del esplendor de estos fragmentos de un cometa que continúa cautivando a la humanidad.
A medida que 2024 llega a su fin, las y los astrónomos ya están anticipando los eventos celestes que marcarán el calendario del próximo año. Las lluvias de meteoros seguirán siendo protagonistas, con eventos como las Gemínidas en diciembre, otra de las lluvias más intensas del año. Además, 2025 traerá consigo otros fenómenos notables, como eclipses lunares y nuevos avistamientos de cometas, que seguirán fascinando tanto a científicos como a aficionados a la astronomía.
