El rector Alejandro Zermeño, se hace ciego, sordo y mudo: Parra Barbosa

El excatedrático de la Facultad de Derecho, Francisco Parra Barbosa levantó el plantón que mantuvo por 24 días, fuera del Edificio Central de la UASLP

El excatedrático de la Facultad de Derechos, Francisco Parra Barbosa anunció que, este jueves levantó el plantón que mantuvo por 24 días, fuera del Edificio Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), al proceder de forma legal ante el Tribunal Laboral por las irregularidades y abusos en su contra.

“Ya retiro este plantón porque siento que ya cumplió el objetivo, el rector, Alejandro Zermeño, se hace ciego, sordo y mudo, piensa que me voy estar aquí eternamente y no, yo ya procedí por la vía legal y estos 24 días fue un tiempo más que suficiente para que el rector me diera una respuesta como veo que hay una apatía total y el le apuesta a que yo me desgaste, ya demande a la Universidad”, aseveró.

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Recordó que, en 2008 siendo encargado del Programa de Derechos Humanos en la Dirección de Fortalecimiento Humano y posterior en la Defensoría de Derechos Universitarios desde 2013, solicitó un permiso en abril de 2022 para atender asuntos personales, al revocarse dicho permiso en septiembre de ese año, se le impidió el acceso y durante estos dos años se le mantuvo en la indefinición laboral, sin notificarle su despido ni entregarle ningún finiquito.

Añadió que, ante el riesgo de perder su casa por falta de pago del Fovissste y ante la falta de respuesta se instaló en plantón, “para exhibir la grave indolencia con que la autoridad universitaria maltrata a sus docentes y personal administrativo”.

Parra Barbosa reprobó que, le hayan hecho una oferta de reinstalarlo y sólo darle 60 mil pesos, pero de no aceptar que permaneciera el tiempo que quisiera en plantón; por eso ya denuncio al contar con prueba de que le retuvieron los salarios y las prestaciones, los bonos y la posibilidad de impartir catedra, sin que se le hubiera notificado despido o lo hubieran finiquitado.

Dijo que, además se solicitó en la Rectoría a través de un notario, el documento donde se le despedía de forma oficial y se le entregaba su finiquito, pero se le negó al no existir, con lo que se comprueban las declaraciones falsas del rector.