Mientras la violencia aumenta, el alcalde prioriza campañas mediáticas, dejando a San Luis Potosí en una crisis de inseguridad
El alcalde Enrique Galindo enfrenta críticas crecientes por el fracaso en la gestión de la seguridad en San Luis Potosí. A pesar de los altos índices de violencia, la administración ha priorizado una campaña mediática sobre amabilidad, que no responde a las preocupaciones reales de los ciudadanos.
El sentimiento generalizado entre la población es que la ciudad se ha vuelto más insegura. Robos, asaltos y violencia se han vuelto el día a día, y las promesas del alcalde no han aliviado la situación. Mientras se destinan recursos a mejorar la imagen del gobierno, los potosinos sienten que su seguridad es ignorada.
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A medida que la delincuencia continúa incrementándose, los ciudadanos consideran que la campaña de amabilidad es una distracción ineficaz. La falta de un enfoque claro en la seguridad pública ha dejado a muchos sintiendo que San Luis Potosí no es un lugar seguro.
Los constantes hechos delictivos y la ausencia de estrategias contundentes han profundizado el descontento social, lo que afecta la credibilidad de la actual administración. Incluso con los esfuerzos del alcalde por suavizar la percepción pública, los potosinos claman por un cambio real y efectivo en las calles, priorizando acciones que enfrenten directamente la crisis de seguridad que ha azotado a la ciudad.
